Penélope¹

120

—¿Dónde diablos está este lugar?

Miré a mi alrededor con ojos borrosos.

Hace poco, estaba en el rincón más ordenado de la capital, pero ahora se veían faros y veleros a su alrededor. Fue una experiencia enloquecedora.

—Es Tratan. Es una ciudad portuaria.

Winter respondió amablemente a mis propias palabras.

—¿Una ciudad portuaria? ¿No cerca de la capital?

—Es la primera línea del Imperio oriental.

No podía entenderlo del todo, así que volví a preguntar.

—¿Por qué tenemos que llegar tan lejos?

—Debido a que el daño causado por la guerra aquí es el más severo, me estoy enfocando en él.

'Entonces, ¿por qué lo haces cuando estás conmigo, bastardo?'

Tengo palabras que me llenan la garganta. Tragué con dificultad.

—Oh ya veo.

En primer lugar, esto no fue culpa de Winter. El sistema lo ordenó. Lo seguí intentando consolarme.

Subimos la orilla y caminamos hacia un pueblo lejano.

El pueblo, que se acercaba cada vez más, parecía devastado de un vistazo. Edificios y carreteras medio agrietados.

Nadie deambulando en medio de un ajetreado tiempo de pesca. El pueblo era como un lugar abandonado.

Fue un poco aterrador ver que era tan diferente de la elegante capital. Detrás del final de la guerra fue duro, una vida aterradora y horrible.

'Bueno, no importa cuán poderoso sea un país, no pueden todos estar bien'.

Pero lo que me asusta es el hecho de que todo esto es demasiado realista. El modo normal es el sueño de una mujer pobre.

Solo se me mostró la vida de la ciudad capital llena de esperanza. Estos detalles no fueron descritos.

¿Por qué el trasfondo del episodio en modo difícil fue tan sombrío?

Fue cuando estaba mirando a mi alrededor, tragando un profundo suspiro.

—Eres la noble dama que regresó entonces, ¿verdad?

El león que estaba a mi lado en silencio y caminaba, de repente susurró.

Abrí los ojos con asombro, luego miré al chico caminar adelante y maté mi voz.

—¿Como supiste?

—Recordé tu voz.

—Eres bastante agudo, ¿verdad?

—Jeje.

El niño se rió de mi cumplido, reluciente. Una sonrisa que no pude hacer en ese momento Dije con la boca ancha.

—Gracias por ese entonces. Todavía estoy viva gracias a ti.

En serio.

Si la máscara de león no saliera y me respaldara, antes del disparo de bastón de Winter, habría muerto de una caída a favor.

Cuando le doy las gracias, los ojos del león se inclinaron al máximo y sus ojos estaban hoscos.

—Me metí en un gran problema con mi maestra después de que la tía se fue.

—Tía. ¿Me ves como una anciana?

Estaba enojado por el título bellamente decorado.

—Entonces, ¿cómo te llamo?