heartbreaker~ traducción

11.Sin oportunidad

Pov Louis

Me aclaro la garganta y me pongo de pie. Todos me están mirando mientras que algunos se ríen. -Debería irme a casa, es tarde-. Me muerdo el labio con dureza mientras me alejo. ¿Por qué diría algo así? ¿Por qué tiene que ser tan malo? ¿Por qué duele tanto escucharlo decir eso? ¿Me odia tanto?

-¡Louis!- Oigo su voz acercándose detrás de mí. Lo ignoro y empiezo a correr hacia la puerta. -¡Louis! ¡Espera!- La primera lágrima intenta salir de mi ojo pero lucho contra ella. Mi mano alcanza la perilla, pero Harry cierra la puerta de golpe cuando se abrió unos centímetros. -Dije que esperaras-. Sus ojos lucen enojados.

-Solo quiero irme a casa.
-Bien, déjame conducir.
-No. Voy solo.
-Louis, no tienes auto. ¿Cómo crees que vas a llegar a casa?.- Me encojo de hombros.
-Caminaré.
-Está lloviendo. Te vas a resfriar si haces eso.
Pongo los ojos en blanco. -Como si te importara.

Intenté abrir la puerta pero él la cerró de nuevo. -¡Si me importa! ¡Solo te déjame llevarte a casa maldita sea!
-Déjame en paz Harry. Quiero estar solo, por favor...- me mira con una mezcla de confusión y de irritación. -Solo déjame, necesito tiempo.

Abro la puerta y esta vez no la cierra de golpe. El viento sopla inmediatamente en mi cara y la lluvia fría golpea contra mi piel, cubriendo las lágrimas que finalmente libero. Camino por la calle y me tapo la boca con las manos cuando un sollozo sale de mis labios.

Oigo pasos detrás de mí. -¿Louis?- Mis lágrimas ruedan por mis mejillas pero la lluvia se las lleva inmediatamente como si nunca hubieran existido. -Solo déjame en paz, Harry. Por favor...- Otro sollozo sale de mi boca. -¿Estás llorando?- Maldita sea. Niego con la cabeza, sabiendo que él puede verlo. -Louis...- Dejo de caminar y dejo caer mi cabeza. Cierro los ojos con fuerza, empujando cada lágrima fuera de mi cuerpo. Una mano toca suavemente mi hombro. La ira ruge a través de mí. Me doy la vuelta y lo empujo hacia atrás, haciéndolo tropezar. Pero encuentra su equilibrio justo a tiempo. -¿Qué diablos, Louis?-
-¡Déjame jodidamente en paz! ¿Qué es lo que no entiendes de eso?

Por un momento está en silencio. Lo único que se oye es el sonido de la lluvia cayendo bruscamente sobre el suelo. Las gotas corren por nuestras caras mientras nos sostenemos la mirada. Mi corazón late. -Sube al auto- sisea con los dientes apretados. Yo suspiro. -Harry, quiero estar-"
-¡Sube al maldito auto, Louis!- Por un momento me sobresaltó su tono, pero luego me di la vuelta y me alejé lentamente de él. Porque a veces lo mejor es alejarte de tus problemas y en este caso Harry es mío.

La lluvia fría que me golpea en la cara me pone mucho más sobrio, más de lo que quisiera. "¡Louis!" Lo escucho decir mi nombre, pero lo ignoro, como debí haber hecho en el primer momento en que empezó a hablarme de nuevo.
-¡Maldita sea, Louis! ¡Vuelve carajo!- ignoro por completo y apenas escucho nada fuera de sus pasos vagamente siguiéndome.

Antes de darme cuenta, recibo un empujón contra mi hombro que me hace caer al suelo frío y húmedo. -Joder- Miro a Harry parado sobre mí mientras limpio la sangre que corre por mi barbilla. Me levanto y le devuelvo el empujón. "¿Cuál es tu maldito problema?"

Quiero darle otro empujón para que se caiga, pero me agarra las muñecas antes de que pueda hacerlo. Nuestros cuerpos se tocan y nuestras caras están tan cerca que puedo sentir su respiración acelerada contra mi piel. Sus ojos verdes miran los míos y parece que nunca los suelta, como si tomara un pedazo y nunca me lo diera de vuelta. Es como si no pudiera rogarle que me lo devuelva porque sé que quiero que lo tenga. -Deja de pelear, Louis. No vas a ganar. Solo súbete al auto.- Frustrado, alejé mis manos de él después de mirar inconscientemente sus labios.

Él tiene razón. No tengo ninguna posibilidad contra él.

Derrotado, camino hacia su auto y me dejo caer en el asiento del pasajero mientras me seco bruscamente las lágrimas. Escucho a Harry maldiciendo en medio del camino y lo veo tirándose del cabello por la frustración. Le tomo unos segundos antes de que se suba al auto conmigo y comience a alejarse. Miro afuera, veo pasar los árboles y evito sus ojos, pero puedo sentir su mirada en mí. Me aclaro la garganta para que no suene como si acabara de llorar y gritar como un bebé. -¿No deberías prestar atención a la carretera?-murmuro.