heartbreaker~ traducción

34.Te amo

POV HARRY

Con mi corazón latiendo increíblemente rápido, me empujo entre la multitud. Todos están de pie en la acera, observando con curiosidad cómo una ambulancia y un coche de policía se detienen fuera de la casa de Kjell. Miro a mi alrededor un poco confundido, no tengo ni idea de lo que está pasando. Todo parece estar en cámara lenta. Las luces rojas y azules parpadeando, la gente murmurando: "Era cuestión de tiempo antes de que uno de ellos tuviera una sobredosis", los coches están conduciendo tan despacio, el viento sopla como si tuviera todo el tiempo del mundo, cuando en realidad no quedan más de unos segundos. Porque antes de que te des cuenta, todo se ha ido.

Quiero entrar corriendo, pero un policía me detiene. —Lo siento, señor. No se le permite entrar aquí.— Siento lágrimas llenando mis ojos a medida que empiezo a sentirme más impotente.

—No lo entiende, ¡tengo que entrar! ¡Louis está ahí! Tengo que estar con él, ¡no puede estar solo! ¡Tengo mucho más que decirle! ¡Tiene que dejarme pasar, por favor!

Veo a Kjell de pie en la puerta y lo miro suplicante. Sus ojos parecen haber estado llorando. —Está bien. Vive aquí— miente. El policía nos mira con dudas, pero luego se aparta para que pueda pasar. Inmediatamente camino a la sala de estar y veo a Louis tirado sin vida en el suelo. Algunos médicos están realizando RCP. Está conectado a una pequeña máquina que emite un pitido increíblemente largo. Miro fijamente su cuerpo conmocionado con un desfibrilador y llevo mis manos a mi boca. Quiero arrodillarme a su lado, pero Kjell me detiene. —¡No, Harry! Deja que los médicos hagan su trabajo, ¡esto no le ayudará!

Me sostiene en sus brazos y me hunde en el suelo. Intenta evitar que mis rodillas caigan al suelo, pero cuando eso falla, se sienta frente a mí. Miro fijamente a Louis detrás de él, pero Kjell pone sus dos manos en mi cara y me obliga a mirarlo. —Harry, no lo hagas. Se supone que no debes ver eso. Mírame.— Lo miro y una lágrima cae por mi mejilla cuando escucho otro shock.

—Estaba bebiendo cuando vino aquí.—me dice. —Eran las 3 de la mañana y estaba molesto, así que lo dejé entrar. Había algo de cocaína en la sala de estar. Tomó una línea sin que yo pudiera detenerlo. Todo estaba bien, pero de repente se cayó. Pensé que estaba durmiendo, pero no pude despertarlo.— Intento tragarme el bulto en la garganta.

—¿Por qué me llamaste cuando sabes que soy la razón por la que estaba tan molesto?—Se encoge de hombros.

—Puede que Louis no quiera admitirlo, pero sé que te querría aquí. Tú eres el que debería tomarlo de la mano cuando se despierte.

Quiero darle las gracias, pero cuando el tono del pitido largo cambia a un patrón normal, me levanto de inmediato. Inmediatamente camino hacia uno de los médicos con Kjell siguiéndome. —¿Está bien?— Está ocupado cuando responde.

—Tuvo una reacción alérgica a un medicamento que tomó. Lo vamos a llevar al hospital ahora.

—¿Podemos ir con usted?—Pregunto desesperadamente.

—No hay espacio en la ambulancia, pero los agentes de policía pueden llevarlos.

Unos minutos más tarde estamos en el hospital. Es bastante tranquilo a las 4 de la mañana. Durante el viaje hasta aquí pude llamar a los padres de Louis. Estaban completamente molestos.

Miro a Kjell que está sentado frente a mí en la sala de espera. Aquí está muy tranquilo. —No es culpa tuya— le digo. Él mira hacia arriba. —Veo que te sientes culpable, pero no es culpa tuya. Louis es terco. Si no hubiera tomado las drogas contigo, lo habría hecho en otro lugar. Así que no te preocupes por eso. Has intentado hacer todo lo posible por él, te lo agradezco.

Él asiente con la cabeza y se sienta más recto. —Tampoco es culpa tuya— Miro hacia otro lado. —Sé que crees que eres tú quien causó todo esto, pero la verdad es que Louis ha pasado por muchas cosas el año pasado— Se levanta y se sienta a mi lado. —Te voy a contar un secreto. Puede que Louis me mate, pero me voy a arriesgar— se ríe. Me río un momento. —Louis no bebe ni fuma porque quiere olvidarte. Lo hace porque le recuerda a ti. Te echa de menos.— Me muerdo el labio. —Harry, no sabe cómo decirte esto, pero Louis todavía siente algo por ti. Está demasiado asustado para admitirlo. Se avergüenza de sentirse así por ti después de todo lo que ha pasado.— Respiro mucho y miro hacia adelante.

—Yo también siento mucho por él.— Sonrío brevemente. —Creo que incluso me enamoré de él antes de que él se enamorara de mí.

—Entonces, ¿por qué nunca se lo dijiste?—Me encojo de hombros.

—Estaba asustado. No solo sobre lo que diría Louis, sino sobre lo que dirían mis amigos. Estaba confundido y no sabía qué hacer, así que usé la apuesta para estar con él. Era una especie de escudo detrás del que me escondí, pero cuando Louis me dijo lo que sentía por mí... Terminé de esconderme y de fingir ser alguien que no quería ser. Solo lamento no haber tenido la oportunidad de decirle cómo me sentía y cómo me sigo sintiendo.

—¿Por qué no le dijiste la verdad después?

—Él no quiso escuchar y cuando finalmente lo hizo, decidí que era mejor guardarlo para mí. Egoísta, lo sé— Sacudo la cabeza. —Ahora quiero darle tiempo para que primero consiga ayuda. Él tiene que encontrarse a sí mismo primero y eso no funcionará cuando yo esté allí. Louis necesita hablar con alguien profesionalmente y creo que yo también lo haré. Cuando esté listo para escucharlo, se lo diré. Puede que no quiera tener nada que ver conmigo para entonces, pero quiero darle tiempo para que se cure antes de que vuelva a poner su mundo patas arriba.

Kjell me mira. —Dile ahora. Louis no está despierto de todos modos y quiero que tengas la oportunidad de decírselo antes de que no te deje. Porque, créeme o no, quiero que tengas ese momento. Para poder decirle lo que quieras mientras puedas. Porque a veces antes de que te des cuenta, es demasiado tarde. Puede parecer que tienes más tiempo, pero en realidad el tiempo es solo una excusa para detener las cosas que importan. Así que no esperes. No lo digas más tarde. No te lo guardes. Compártelo. No quiero que te quedes con las palabras para ti toda tu vida cuando alguien está ahí fuera queriendo escucharlas...— Lo miro con dudas. —Vamos. Antes de que lleguen sus padres.— Los dos nos levantamos. —Ve ahora— Lo miro una vez más y me sonrío a mí mismo.

—Gracias. Por todo. Lo digo en serio.

—Te estaré esperando aquí, Harry.—Con una pequeña sonrisa me doy la vuelta y me meto en la habitación de Louis.

Su cuerpo está conectado con todo tipo de cables que conducen a las máquinas. El único sonido que me tranquiliza es que su respiración es claramente audible. Con cuidado, me siento junto a él en la silla. —¿Louis?— No responde. —¿Louis?—Ni siquiera creo que deba estar aquí. Nervioso, tomo su mano en la mía. Esto ha sido demasiado tiempo.

Corro mis dedos sobre su mano mientras lo miro. —Hola Louis. Soy Harry y antes de que me alejes, tengo algo que decirte—me río en voz baja, pero soy el único que sonríe.—No sé si puedes oírme, pero por favor, despierta. Hay tanta gente aquí que te necesita, así que no nos dejes aquí atrás...— Siento que las lágrimas brotan.

—No me dejes atrás. Puedo vivir con verte desde la distancia en la escuela, pero no puedo soportar no volver a verte nunca más, así que no te vayas. Quédate.—Me limpio una lágrima. —Dios, Louis. Tengo mucho más que decirte... Ni siquiera sé por dónde empezar— Yo suspiro. —¿Recuerdas nuestro viaje escolar a Ámsterdam? ¿Cuándo caminamos de la mano por el jardín del museo? ¿O cuando nos gritábamos el uno al otro en la azotea del hotel? ¿Recuerdas nuestro mundo de fantasía que creamos en la ducha? Bueno, recuerdo cada detalle porque ese fue el momento en que me permití sentir cosas por ti. Me había enamorado de ti mucho antes, por supuesto, demasiado rápido para ser honesto, pero no fue hasta Ámsterdam que me atreví a admitirmelo a mí mismo.

No me dan una respuesta. —Yo también sentía algo por ti— susurro. —Todavía los tengo, nunca se fueron.—Me trago el bulto en la garganta. —Creo que debería haber dicho eso antes de que me prohibieras decirte otra palabra.

Me levanto y me inclino sobre su cuerpo. Le doy un largo beso en la frente con mis labios. —Te amo, Lou. Espero poder decirte esto algún día cuando estés despierto. Hasta entonces, te estaré esperando.