|47| Perfección Pride

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Dejé caer mi corazón.

Y tú apareciste para reclamarlo.

Estaba oscuro.

Y tú apareciste para besar mis labios y salvarme.

Mis manos eran fuertes pero mis rodillas demasiado débiles.

Para estar en tus brazos sin caer a tus pies.

Pero hay un lado de ti, que nunca conocí.

Y lo que dijiste nunca fue verdad, nunca fue verdad.

Y en los juegos que jugabas siempre ganarás, siempre ganarás.

Adele- Set Fire To The Rain.

Había besado a muchos chicos.

Había besado a tres Pride, bueno, cuatro contando al que besaba ahora.

Pero sin duda nunca antes había sentido tantos sentimientos y sensaciones en un solo beso.

Besé a Grey, sí. Fue un beso que nació como una venganza, nació como algo oscuro y malévolo, algo malvado pero que rápidamente cambio en cuanto sus labios correspondieron convirtiéndose en la mayor bendición de mi vida.

Besé a Grey por vengarme de Jinx y termine encontrando refugio en sus labios.

Era algo inefable, inexplicable, tormentoso, borrascoso, proceloso pero al mismo era una vorágine de lujuria, deseo y un sentimiento aún más fuerte cuyo nombre no quería siquiera mencionar.

Podía sentir la mirada gris brillante y fría de Jinx sobre nosotros. Le había pagado con la misma moneda y un poquito más fuerte. Le había devuelto el golpe y besé a su hermano mayor frente a él pero mi plan de venganza contra Jinx fracasó desde que uní mis labios a los de Grey.

Su lengua se abría paso en mi boca, exigiendo, arrebatandome la poca cordura que me quedaba. El frenesí de su beso hacía temblar mis piernas con un delicioso aquiver.

Una sensación de debilidad se expandía por todo mi cuerpo. Era eso lo que Grey representaba para mi cuerpo: Debilidad. Pero al mismo tiempo un deseo incontrolable.

Me separé de sus labios y Jinx ya no estaba por todo aquello.

Los ojos de Grey cayeron sobre mí, sus labios entreabiertos y algo hinchados por el intenso beso.

Todo en él parecía tan tentador ahora.

El beso... Había sido algo tan diferente a lo que había sentido con todos los demás.

Grey me hizo sentir demasiado: Debilidad, deseo, pasión, ardor.

Era una tormenta de sensaciones y sentimientos intensos. Me había sentido tan bien en sus cálidos brazos, en sus expertos labios, era como si al fin estuviese en casa, segura de todos, sus labios eran reconfortantes.

Jinx era mi maldición. Me había enamorado, hechizado y luego acabe rota.

Grey era mi bendición. Con solo un beso me había hecho sentir bien, viva. Su beso era un hogar, un cálido hogar para mi corazón magullado de sufrimiento.

¿Estaba esto bien? No podía sentirme atraída por cuatro hermanos y todos por motivos diferentes. Cada uno me hacía sentir diferente.

-Bien.-dijo Grey alejándose de mí.-Jinx nos vió. Sé que ese era tu gran plan.

Aún debía recuperar mi respiración normal.

-Lo siento por... Utilizarte.-dije. ¿Utilizarlo? Literalmente él me había hecho vivir toda una fantasía con un beso, no creo que eso calificara como «utilizarlo».

H E A V E N ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora