⚠️J I N X P R I D E🚭

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Luego del nacimiento de Brixton nos mudamos de casa.

Todos sabíamos que junto a Brixton había nacido el mal, el caos, el peligro, la mentira y peor... Un nuevo secreto.

Nos fuimos de México hacia Francia. Sí, un tramo bastante largo pero necesario. Debíamos ir lejos, lo más lejos posible.

Nuestra mansión en Londres era magnífica, poseía largas escaleras en espiral que parecían conducir a otro mundo, una TV en cada dormitorio, asientos sumamente cómodos y camas que parecían nubes.

Era perfecto.

Incluso podíamos fingir ser «una familia normal»

Aspen ya tenía dos años y Brixton uno cuando aquella noche en que Camille salió a hacer las compras la seguí y vi a aquel maldito acercarse a intentar algo con nuestra mujer.

Camille siempre salía a buscar la compra. No se podía negar que era una madre dedicada que amaba a sus hijos.

Aquella noche Brixton no paraba de llorar. Era un bebé adorable, nadie lo comentaba pero  sabíamos que Grey se había acostado con Camille y la había dejado embarazada solo porque deseaba su propio hijo con ella pero... Digamos que eso no salió como él creía.

Esa noche Camille salió a buscar comida para tras dejar a Brixton durmiendo.

Grey lo cuidaba casi demasiado. Su amor por el niño era demasiado grande y por eso mismo no debía nunca saber la verdad.

Esa noche seguí a mi mujer porque mi sexto sentido lo exigía con fuerza, sentía que ella me necesitaría.

Y efectivamente. Cuando vi a ese maldito hombre acercarse a «charlar» con mi mujer mi sangre hirvió.

Desde que habíamos huido Camille no había tenido contacto con ningún otro hombre que no fuésemos nosotros. Así debía ser.

Nosotros éramos todo para ella. Ella era todo para nosotros. No necesitábamos a nadie más. Ella no necesitaba a ningún otro hombre.

Odiaba todo de aquel sujeto.

Odiaba todas las expresiones de mi mujer cerca de él.

Sonrió cuando lo vió. Ya se conocían.

Le abrazó. Se creen amigos.

Conversó con él mientras compraba la comida.

Y desde las sombras vi todo mientras sentía la ida abrirse paso en mi interior.

Cuando se despidieron ella siguió para la mansión y él tomó el camino contario con una jaba en mano donde había echado la compra que hizo junto a mi mujer.

Estaba loco. Aún hoy en día lo estoy.

No tolero de la idea de ella con otro que no sea uno de mis hermanos.

No tolero que le sonría a otros, que los miré, menos que los abrace o que les hable.

Camille Reed era mi maldita obsesión y ahora que al fin la tenía, ahora que teníamos todos juntos dos hermosos hijos, ahora que la podía poseer cada noche junto a mis hermanos, no dejaría que un maldito imbécil bueno para nada me quitase eso.

Seguí al maldito pobre diablo hasta el final de la calle.

Siempre había sido calculador, frío, no demostraba mis sentimientos ni me dejaba arrastrar por ellos pero desde que conocí a mi chica en Élite School todo eso se había ido a la mierda. Ahora si me importaba algo, algo despertaba todo en mí y es ella y mataría por ella.

Tomé al tipo por el cuello en pleno callejón vacío y oscuro y vi la desesperación en sus ojos, antes de que perdiera el conocimiento lo solté.

3...

H E A V E N ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora