Birthday Party [Traducción]

Capítulo 26 : Soliloquio por los difuntos

Lan Qiren estaba solo frente a las tabletas del Salón Ancestral de Lan. Dentro de sus manos había tres varitas de incienso encendidas. Cerró los ojos e hizo una reverencia antes de insertarlos en el quemador.

Afuera cayeron suaves motas blancas, cubriendo los techos y los árboles. No pasaría mucho tiempo antes de que el suelo también estuviera cubierto de nieve en polvo.

Lan Xichen había recibido instrucciones de permanecer en Qinghe con Nie Mingjue. Lan Qiren tomó precauciones para asegurarse de no darse cuenta de la agitación en el hogar. Se envió un mensaje para llamarlo de regreso ahora que la tormenta había pasado.

Se hicieron arreglos para que Jin Zixuan y Jiang Yanli pasaran la noche. La pareja corrió a Cloud Recesses inmediatamente después del entierro de Jin Guangshan y Jin Guangyao. Como no hubo un anuncio formal, ni Jin Zixuan ni su esposa vestían túnicas de luto. Dada la naturaleza y las circunstancias de lo ocurrido, los cuerpos fueron enterrados en privado. Los ritos funerarios restantes esperarían hasta después de su regreso a Jinlin Tai.

La mirada de Lan Qiren se demoró en las numerosas tabletas dentro del salón. Soltó un profundo suspiro.

Pasos firmes se acercaron. Su ritmo y peso eran familiares. El visitante no tuvo oportunidad de tocar.

“Adelante”, ordenó Lan Qiren.

Lan Wangji vaciló.

Pasaron algunas respiraciones y Lan Qiren volvió a hablar: "Wangji, ven a ofrecer incienso a tus padres".

Hubo un pequeño sonido ahogado detrás de la puerta. Pasó otro momento antes de que se abriera y entrara Lan Wangji.

Su capa de marfil revoloteó cuando se inclinó. "Lan-qianbei".

Era otro recordatorio punzante de lo que habían pasado.

Los ojos de Lan Wangji estaban bajos, sin mirar hacia arriba. Aunque había entrado, permaneció junto a la entrada, apenas dos pasos adentro.

"Wangji", resopló Lan Qiren.

Un escalofrío lo recorrió. Con la cabeza inclinada, su voz áspera respondió: "Wangji no puede enfrentar a ninguno de ellos".

Después del relato de los hechos de Jiang Yanli y Jin Zixuan, Lan Wangji había esperado la oportunidad de hablar con Lan Qiren en privado. Como todo se había resuelto, él y Wei Wuxian deberían irse. Tenía la intención de despedirse de su tío, pero después de esperar afuera, Lan Qiren aún no había salido. Sin otras opciones, Lan Wangji se acercó al salón.

Pero este era el memorial de su familia. Una vez dentro, estaba el inmenso peso de cada tableta observándolo. Sus padres, los mayores, ¿cómo podría enfrentarse a alguno de ellos? Su decepción fue insoportable.

"Lan-qianbei, Wangji vino a despedirse", dijo con los brazos doblados mientras seguía inclinándose.

Otro suspiro profundo y pesado emitido por Lan Qiren. Cerró la distancia entre ellos y hubo una mano firme sobre el hombro de Lan Wangji. Lan Qiren levantó el codo doblado para que su sobrino se enderezara.

“Para existir dentro de este mundo, nuestras vidas no son nuestras. 1 Hay deberes y obligaciones, reglas y orden social, pero ¿y el corazón?” preguntó Lan Qiren.

Lan Qiren había sido estricto, pedante y terco toda su vida. El suyo era un mundo dictado por el orden y los deberes. Para que él mencionara repentinamente el corazón, Lan Wangji no sabía cómo responder.

"Uno siempre debe alinearse con los Cielos, la Tierra y el corazón", respondió 2 Lan Qiren.

Era una de las reglas más básicas de Gusu Lan Sect. Había más de tres mil reglas para guiar la rectitud, la virtud y el decoro, pero una regla única e inquebrantable que todas las acciones deben ser fieles a la propia conciencia.