No. (Katsuki Bakugou y tú)

Capítulo 26: Correr

Habían limpiado la cocina y nos habíamos echado un par de partidas más.

Al Mario Kart, por supuesto.

Estabamos Kirishima, Mina, Katsuki y yo.

Cabe decir, que yo iba ganando.

-Katsuki: ¡Quieres apartarte!-

-_____: ¿Celoso?-

Me reí.

Katsuki chasqueó la lengua y Mina me adelantó.

Mina.

Ni la había notado.

Y ganó.

-_____: ¿Cómo?-

Katsuki me miró y sonrió ladinamente.

-Katsuki: ¿Celosa?-

-_____: ¿Pero tú de qué vas?-

No es justo.

Mina se levantó y festejaba.

No sé cómo lo ha hecho.

Ni Kuroko es tan sigiloso.

-Kirishima: Ya, no pasa nada.-

Katsuki se reía de mi cara.

Es que no entiendo cómo ha podido pasar.

-_____: De todos modos, sigo ganándote a ti.- Me dirigí a Katsuki.

-Katsuki: ¡¿Cómo dices niña...?!-

Kirishima se puso en medio, intentando que hubiera paz.

Y nos organizamos para estudiar, en el salón.

Yo estaba sentada en el suelo, con la cara de Zoro, que ya iba bastante bien.

Y ellos se habían repartido entre los sofás y el suelo.

Es gracioso.

Realmente.

Yo estaba segurísima de que me iban a expulsar un par de días, así que bastante satisfecha estoy de poder trabajar en casa.

-Mina: _____, ¿estas semanas cómo las tienes?-

-_____: Liadas, ¿por?- Traídora.

-Mina: Mo~, quería que nos juntasemos más para estudiar o pasar las tardes.-

¿Para volver a ganar de una forma tan rastrera?

-_____: Probablemente me pase el resto del mes dentro de la academia hasta tarde. Los mejores trabajos se exponen y puedes conseguir patrocinadores, y como los temas son libres es fenomenal.-

-Kaminari: Bueno, si quieres venirte a la nuestra algún día, estás invitada.-

Oh, qué majos son.

-_____: Claro. Igualmente si tengo un hueco os avisaré.-

Aunque sabiendo lo vaga que soy a veces, sobre todo cuando ya estoy demasiado cansada, me quedaría en casa todo lo que pudiese.

Y me caen bien, pero es que adoro estar tirada en la cama o el sofá, viendo algo y disfrutando de mi única compañía.

No necesito más.

Katsuki que había ido a la cocina a por otra bebida, se sentó, detrás mía.

En el sofá.

Yo estaba en el suelo, apoyada en la mesa, ya que era más cómodo para ponerme con la arcilla.