Capítulo 23: Manos

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Habíamos puesto música para animar el ambiente; después de haber recibido la llamada no querían que me estresara más.

Y decidimos ser felices.

Pues no podía hacer nada, y la arcilla no la iba a tener hasta mañana.

Así que enfadarse no servía de nada.

Además de que queríamos pasar un rato agradable y divertido, los he invitado a mi casa a disfrutar, no a estar de mala leche.

Así que decidimos jugar a algún juego de mesa.

Alguno que aceptara siete personas.

Nos pusimos a jugar al Pay Day, pero como faltaban fichas, porque solo tengo cinco colores; habíamos cogido dos gomas blanca y rosa.

Así todos teníamos fichas.

Decidimos ir a por lo fácil, y para no confundirnos cogimos colores que nos ayudaran a recordar de quién era cada ficha.

Mina cogió la goma rosa, Sero el peón negro, Kaminari el amarillo, Kirishima el rojo, aunque lo quería yo.

La verdad.

Jirō el morado, Bakugō el naranja y yo cogí la goma blanca.

La verdad es que el rojo le pegaba a Katsuki también, por sus ojos, que son prácticamente fuego; pero Kirishima ganaba, lo tenía todo a su favor.

Jugamos tres meses, y al final el que tuviese más dinero ganaba.

Fácil.

Retiro lo dicho.

Me estoy quedando sin dinero.

Estoy hasta arriba de deudas.

Encima fue idea mía este juego.

Me tocó otra carta de dale a tu vecino 200$ por cortarte el césped.

Como los que menos dinero teníamos, éramos Sero y yo, se los di a él.

Me he quedado sin un duro.

De fondo sonaba Chiki Chiki Ban Ban de Paripi Koumei.

Temazo.

Jirō cayó en la lotería y Mina ganó, suertuda.

Es la que mejor va.

Después de su entusiasmo, pudimos continuar.

Al que le tocaba tirar era a Kaminari, el cual me dio 200$ por alguna chorrada.

Te quiero Kaminari.

Qué guapo eres.

Dios te lo pague.

De pronto Mina me miró.

-Mina: Por cierto _____, ¿al final cómo has llamado al pez?-

¿Qué pez?

Mi cara lo dijo todo.

Además de que pienso en voz alta.

El pez.

Dios, eso está más que tieso.

Me levanté corriendo, con todos perplejos.

No me había acordado del pez, es que no estoy acostumbrada a tener mascotas.

Fui a la cocina al lado de una de las dos ventanas, para ver cómo estaba.

Estaba en el fondo de la pecera.

Está muerto.

-_____: Pues, fiambre le pega.- Grité para que me escucharán.

No. (Katsuki Bakugou y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora