No. (Katsuki Bakugou y tú)

Capítulo 28: Pizza

No dormir, o dormir dos horas, y comer mal, o no comer.

No es recomendable.

No es nada bueno.

Pero.

Peeero.

Lo bien que me está quedando esta obra no es normal.

Por Dios.

Tengo tiempo de sobra.

Puedo ir tranquila.

Relajada.

Entonces.

¿Por qué me estoy desviviendo por una pintura?

Que puedo terminar, tranquilamente, en dos o tres semanas y aun así me sobraría un mes y medio.

¿Por qué?

Por ansiosa.

Y porque Katsuki es demasiado guapo.

Y necesito que quede perfecto.

A escala, y realista.

Gracias a Dios iba a haber un puente, este fin de semana.

Lo que me permite dormir más.

Porque, lo admito, me quedo dormida en el sofá o en el suelo.

Mi cuarto está ordenadito, limpito, precioso.

Y la cocina y el salón dan pena.

Pena.

Me llegó una notificación.

Amasing.

Nadie me habla, es mi primer mensaje como en un mes.

Soy famosa mamá.

Era mi hermano.

Soy famosa en mi casa.

-Oye, voy a ir con unos compañeros a casa

Vamos a hacer un par de tareas y voy a dejar unas cosas y recoger otras-

¿No había días, verdad?

Salí de la academia la primera, literalmente sonó el timbre y yo me fui corriendo.

Nunca he tenido tanta prisa, por favor.

Llegué a mi casa y me puse a recoger cual loca frenética.

Realmente fue mucho más rápido de lo que pensaba.

Guardé las pinturas, trapos, pinceles y paletas.

Y luego simplemente barrí y fregué.

Un poquito.

Ya que me sobraba tiempo fui a hacerme algo de comer.

Fui a la nevera y no había nada.

Hay hasta telarañas aquí.

Tengo que hacer la compra.

Sonaron las llaves desde afuera.

Ahí está mi hermano.

-Shinji: Buenas.-

-_____: Hola.-

Me asomé a saludar, eran doscientos.

Estaban Uraraka, Izuku, Todoroki, Katsuki, Kisihima, Kaminari, Jirō y Mina.

No caben.

-Mina: ¡_____! ¿Cómo estás?-

Cansada.

-_____: Bien, ¿y tú qué tal?-

Me apoyé en la isla de la cocina mientras iban pasando.