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Se preparó muy puntual esta vez. Ya era la hora. Llevaba puesto un típico pantalón de trabajo marrón y una camisa arremangada del mismo color, la cual estaba pegada al cuerpo de forma que hacía notar sus músculos trabajados. Además de llevar unos guantes negros. Tocó el timbre y esperó a que le abrieran. El mismo señor del otro día le abrió y llevó dentro de la casa, donde se encontraba una mujer alta, con unos tacones de punta fina y una falda tubo.

-Señorita Rose, el nuevo empleado Jake Williams ya se encuentra aquí.

Ella se acercó a él y le extendió la mano. Él respondió de la misma manera.

-Encantada, joven Jake. Es un placer.

-El placer es mío.

El señor se retiró de la sala.

-Bien, me comentaron que usted será el encargado del jardín de mi casa. -Le decía la mujer mientras lo guiaba nuevamente al patio. Él caminaba junto a ella. -Como puede notar, es bastante extenso, tendrá trabajo a diario limpiando y cuidando las plantas. A mi marido le gusta que siempre se encuentre en condiciones, así que debe ocuparse de varias cosas como regar, juntar las hojas caídas, recortar ciertos arbustos y limpiar fuentes y estatuas. -Esta vez lo guió hasta el cobertizo del fondo, abriendo la puerta. -Aquí tiene las herramientas que necesitará. Ah! Casi lo olvido, hay varias macetas dentro del hogar que necesitarán su cuidado también. Acompáñeme que le enseño dónde se encuentran.

Luego de un rato ya habían recorrido todo. Habían muchas habitaciones.

-Muy bien, eso fue todo. Ahora sí ya puede comenzar. Cualquier consulta puede preguntarle a John, es el empleado que ya conoce.

-De acuerdo señora Rose, muchas gracias.

Volvieron a extenderse las manos y la mujer se retiró a paso rápido, dirigiéndose a las escaleras. Jake salió al patio y dio una ojeada para ver por dónde comenzar. No pasaron dos minutos que la dama salió de la casa al mismo ritmo de antes, pero ahora con un bolso sobre su hombro y unos lentes negros. A la vez, el joven apuesto que había visto el día de la entrevista, estaba recién llegando a la residencia, cruzándose con la señora Rose.

-Buen día hijo, ya salgo hacia la empresa, nos vemos después. -Le dijo apurada mientras lo saludaba con un beso en la mejilla.

-Está bien, hasta luego. -Respondió el joven con tono neutral. Parecía acostumbrado a la situación.

El pelinegro iba muy elegante, con un traje algo apretado el cual hacía resaltar sus músculos. Mientras caminaba hacia la puerta de la casa, movió levemente la cabeza un momento mirándolo y luego volvió a observar su camino. Jake se estremeció por un segundo y volvió con su trabajo.

Mientras barría el jardín, estaba muy inmerso en sus pensamientos. Él siempre sintió atracción por chicas y tuvo una que otra novia. Pero era la primera vez que lo cautivó un chico de tal manera, poniéndolo nervioso con solamente una mirada.

Gardenias de primavera (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora