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Al día siguiente, Jake se levantó temprano, o lo que eso parecía ser para él. Desayunó lo más rápido posible y fue deprisa a la universidad. Después de las clases, mientras viajaba rumbo al trabajo, estudiaba. Aprovechaba el tiempo. Próximamente tendría examen y realmente se esfuerza mucho para aprobar.

Llegó a la inmensa casa e inmediatamente comenzó con la rutina de siempre. Barrió el jardín, limpió unas fuentes y luego se puso a regar las plantas. Al terminar con el patio, entró al hogar para empezar con el cuidado de las macetas. Apenas cerró la puerta, observó a mitad del pasillo al apuesto Ryan. Lo miró un segundo pero corrió la mirada. Luego avanzó acercándose a unas plantas, notando la presencia de alguien caminando cerca.

-Buen día.

Una voz encantadora y dos simples palabras bastaron para que Jake se congele. Su cuerpo se inmutó un momento, pero no podía quedarse sin contestar.

-B-Buen día.

Ryan salió al patio de la casa. Jake no podía creer que lo saludó. Llevaban cruzándose desde hace tres semanas y fue la primera vez que le habló. No sabía como tomárselo. Ya sabe que es normal saludar a alguien al verlo, pero realmente se entusiasmó con ello.

No pasó mucho tiempo que Ryan volvió a ingresar al hogar. Para ese entonces, Jake se hallaba en uno de los últimos pasillos terminando de regar y podar unas macetas. Pensando en mil cosas... en cómo iba a hacer para acomodar sus horarios y poder estudiar todo para el examen que se aproximaba, teniendo que ir a trabajar, más clases de la universidad y el tiempo que pasa en el gym. Él siempre considera que es complicado pero no imposible. Tanto pensar hizo que no notara lo que estaba haciendo...

De repente unos pasos cada vez más ruidosos y acelerados se aproximan a él.

-¡¡CUIDADO!! -Gritó mientras le levantaba la regadera.

-¡¡PERDÓN, PERDÓN, NO FUE MI INTENCIÓN!! -Respondió rápidamente sin pensar.

Había derrochado demasiada cantidad de agua en una de las macetas.

-Mirá... Quedó encharcada...

-Y-Yo lo siento, de verdad no quise hacer eso... Lo arreglaré.

-Acompáñame, rápido. Trae la planta.

Sin preguntar acudió a la orden.

El joven Ryan lo guió al fondo del jardín y tomó una maceta vacía.

-Vamos a colocar tierra nueva acá y la trasplantamos.

Se pusieron manos a la obra. Jake agarró una bolsa con tierra y fue colocándola. Luego, Ryan sacó la planta con sus respectivas raíces y se acercó a ponerla. En ese momento, Jake se dio cuenta lo que estaba pasando. No solo lo había saludado ese día, sino que lo estaba ayudando a salvar una plantita. SÍ, LO ESTABA AYUDANDO.

Jake comenzó a ponerse nervioso. El chico, totalmente elegante, se había quitado el saco y arremangado la camisa para no manchar por demás la ropa. Ambos comenzaron a acomodar la planta en la tierra. Sus latidos se aceleraban cada vez más cuando sus manos chocaban. No podía creer lo suave que es y la diferencia de tamaño entre ellos. Lo miró de reojo y le pareció aun más atractivo teniéndolo cerca.

-Listo, quedó perfecta. Fue lo mejor que pudimos hacer para que no se pudran sus raíces.

-Muchas gracias, yo solo no hubiese podido actuar así de rápido...

-No es nada, no te preocupes. Además, son unas flores hermosas... -Se acercó a las flores, sostuvo levemente una de ellas y, cerrando los ojos, disfrutó de su aroma.

Jake miró esa escena embobado.

-S-Sí, son muy lindas.

-Lo siento por reaccionar así. Para qué ocultarlo, son mis favoritas. Y... tienen una bella fragancia.

-¿Cómo se llaman? Solamente las conozco de vista.

-Son gardenias. Ahora no se las aprecia muy bien, pero en primavera florecerán mejor. Ya las verás... Bueno, me retiro que llego tarde a otro lado, andaba apurado pero no podía dejarte con eso ahí. Nos vemos después.

-Claro, hasta luego. Y gracias.

Ryan se retiró. Jake quedó inmóvil... ¿Dijo ya las verás? ¿NOS VEMOS DESPUÉS? SÍ, LO HABÍA DICHO.

Gardenias de primavera (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora