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Ryan quedó callado, pero estaba enfadado. No quería tener una relación por interés. Además de que ya hay otra persona que realmente quiere conocer más a fondo.

Salió de la habitación y fue a la sala. No sabía qué hacer pero tampoco podía dejar a la chica allí, ya estaba en su casa esperando. Llegó y se sentó junto a ella.

-Hola, disculpa la tardanza. Eres Isabel, ¿verdad?

-¡Hola! Sí, así es. Tú... Eres Ryan, ¿no? Mi padre me habló correctamente de tu familia, parece que se llevan bastante bien.

-Sí, lo mismo digo...

Se quedaron allí charlando. Por otra parte, Jake recién salía del baño. No pudo evitarlo, tuvo que detener esa erección, sino sería molesto para trabajar. Iba nuevamente al jardín, esta vez sí llevaba sus guantes. De camino vió a Ryan con una chica. Los observó un segundo y después continuó en lo suyo. Realmente todavía no podía creer lo que había sucedido. Ese joven apuesto que le atrajo desde el primer día... Ahora ambos se habían declarado.

Continuó limpiando las estatuas que le faltaban. Se apuraba ya que había perdido tiempo. Al rato vió pasar al señor Evans, se estaba yendo. Y a los dos minutos, John se le acercó.

-Joven Jake, ¿en dónde se encontraba? Creí que se iba a cambiar y regresaba.

-Sí, fui a eso. Pero... Recibí una llamada importante y no podía colgar. Igualmente me quedaré hasta terminar todo lo que tenga que hacer.

-No hay problema... Creí que se había tenido que ir, me había preocupado.

-Descuida John, está todo bien.

-Por cierto... ¿Podría preguntarle algo?

-Claro, dime.

-¿Qué tal le cae la familia Evans? Es decir, ya lleva semanas trabajando aquí, me gustaría saber su opinión.

-Mmm... ¿Debo responder sinceramente?

-Claro, le pregunto por cuenta propia. Tranquilo Jake, no le contaré nada a su jefe.

-Bueno... La señora Rose la he visto pocas veces y siempre me trató muy bien. Y el señor Evans... Bueno, prácticamente nunca hablé con él, solo fueran charlas cortas y rápidas sobre el sueldo. Parece un tipo muy ocupado.

-La señora Rose es una mujer muy buena y simpática. Su marido siempre fue más serio y estricto... No le cuente a nadie, pero durante estos años he notado las muchas veces que estaban en desacuerdo durante disputas y ella terminaba aceptando lo que él decidía. Es decir, él terminaba mandando, por decirlo de alguna manera.

-Ya veo...

-¿Y qué opina del joven Ryan? Supongo que habrá hablado alguna vez con él, pasa más tiempo en casa que sus padres.

-Sí... A veces hablamos, me cae bien. -Dijo neutral y sin pensar mucho. No quería demostrar lo que sentía.

John lo miró a la cara un segundo, parecía querer ver su expresión. Luego corrió la mirada.

-Ryan es un buen chico. Parece algo serio como el padre, pero no se parece en nada a él. Es dulce como su madre... Podrían ser amigos, creo que se llevarían muy bien.

Mientras tanto, Jake seguía limpiando, pero le prestaba atención.

-Sí, supongo.

De repente, Ryan e Isabel salieron al patio.

-John, ven por favor.

-De inmediato.

El pelinegro se despidió de la chica y John la llevó hasta la salida, donde su chófer la esperaba.

Gardenias de primavera (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora