15

270 15 0
                                    

El sol asomaba por las rendijas de la persiana y alumbraba ligeramente la habitación. Jake comenzaba a despertar, una sonrisa se formó en su rostro al ver quién dormía a su lado. Subió un poco más la sábana tapando a ambos y volvió a acomodarse. Se puso a pensar en lo que estaba viviendo. Hasta hace un tiempo se consideraba hetero... quién iba a decir que un chico llamaría su atención al punto de hacerlo dudar de su orientación. Enamorándose y ahora mismo estar junto a él, compartiendo cama.

Ryan finalmente despertó y observó al menor.

-Buenos días. -Dijo algo dormido pero con una linda sonrisa.

-Buenos días, ¿qué tal dormiste?

-Dormí más que bien, cariño.

Ese comentario hizo sonreir a Jake, nunca lo había llamado así.

-Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro, dime.

-¿Ya estuviste alguna vez con otro chico?

-Mmm... Sí, una vez. Pero duró muy poco nuestra relación.

-¿Si? ¿Qué pasó?

-Bueno... Fue hace unos años. Tenía un grupo de amigos, éramos unos cinco en total. Había uno en especial con el que era más cercano y me atraía. Hasta que un día comenzamos a salir. Básicamente ambos teníamos dudas de nuestra orientación y esa relación fue como la primera experiencia para ambos. No terminamos mal, pero nos dimos cuenta de que no estábamos enamorados y decidimos cortar.

-Wow... Y... ¿aún son amigos?

-Ya no, se fue a vivir lejos y perdimos conexión hace mucho tiempo.... ¿Y qué hay de ti?

-Hasta hace poco salía solo con chicas... Eres el primer chico con el que he estado.

-¿¿En serio?? ¿Y qué te parece?

-Al principio era raro porque nunca había tenido sentimientos así hacia alguien de mi mismo sexo, pero la verdad es que no me arrepiento de nada.

Ryan lo miró con una linda sonrisa.

-Me alegro mucho, cariño. Espera... Entonces, fue... ¿tu primera vez? Quiero decir, de esta forma, ¿no?

-Sí. -Dijo sin exclamar nada más.

-Oh... Si lo hubiera sabido habría sido más delicado contigo, tonto.

-Tal vez no lo dije para que no lo fueras.

-Oh, ¿con que así te gusta? -Dijo con una sonrisa pícara.

Jake lo miró con la misma sonrisa y se acercó a besarlo. Luego se hizo rápidamente hacia atrás y se sentó.

-¡Ay no, espera! ¡Estamos en mi casa! ¡MAMÁ HABRÁ ESCUCHADO TODO! Dime que fuimos silenciosos...

-¿Silenciosos? Bueno... Tal vez si los vecinos dormían no habrán oído tus gimoteos.

-¿¡QUÉEE!? ¡AY NO! ¿QUÉ LE DIRÉ SI ME PREGUNTA?

-Tranquilo... Solo dile la verdad.

-Nononon...

Ryan rió mientras lo observaba.

-¿¿De qué te ries?? ¡Yo no me río!

-No tienes de qué preocuparte, tu madre no está. O bueno, al menos no anoche.

-¿Y cómo sabes eso?

-Te dejó una nota diciendo que no estaría, no creo que lo recuerdes porque seguías somnoliento en ese momento.

-Oh... Uff, menos mal, qué suerte. Entonces... No hay ningún problema... -Dijo y se acercó a darle un tierno beso en la mejilla.

Luego lo comenzó a llenar de besitos por el resto de la cara. Hasta que escucharon, a lo lejos, el sonido de una puerta abrirse, haciendo que se detenga.

-¡Jakeee, hijo! ¡Ya llegué!... ¡No sabes cuánto gané anoche en el bingo, hoy festejamos con raviolada! -Se escuchó el grito de la madre desde lejos.

-Uff, qué rico, raviolada. -Dijo el pelinegro.

-Shhh, ya está aquí. Tenemos que irnos antes de que nos vea. Vamos, vístete. -Jake se levantó cuanto antes y se vistió. Ryan tomó sus cosas y también empezó a arreglarse.

-Voy a saludarla y te avisaré cuando podamos ir, esperame aquí.

-De acuerdo.

El pelimarrón salió de la habitación y se dirigió al comedor, donde su madre se encontraba preparando unas tostadas para desayunar.

-Buen día ma, ¿qué tal estás?

-¡Muy feliz hijo, anoche me fue increíble!

-Me alegro por tí ma, cuando quieras puedes volver a ir, yo cuido la casa.

-Nono, que sino volverá mi mala suerte. No tengo que ser avariciosa!

-Mmm, bueno. Yo... ya tengo que irme, hoy me toca ir al trabajo.

-¿No quieres desayunar? No vayas sin comer.

-Nono, que llegaré tarde. No te preocupes, comeré algo en el camino.

-Mmm, está bien hijo, cuídate... Por cierto, ¿te enteraste si algún vecino tiene coche nuevo? Estacionaron uno muy lujoso frente a nuetra casa.

-No ma, ni idea.

Jake caminó rumbo a su cuarto. Entró y cerró la puerta. Miraba para todos lados pero no veía al mayor.

-Pss, ey, ¿dónde te metiste? -Dijo casi susurrando.

Posteriormente Ryan salió del closet.

-¿Qué hacías ahí?

-Escuché pasos, tenía que ser precavido.

-Vamos, sígueme. -Dijo y lo tomó de la mano, llevándolo. Abrió un poco la puerta y observó con un ojo, vigilando que no haya nadie.

-Por cierto, no creí que tenías de esos.

-Shh... ¿De qué hablas?

-Los ví en el armario. No te preocupes, no le diré a nadie... Pero te recomiendo esconderlos mejor.

Jake volteó a verlo y luego regresó a observar el pasillo. Comenzaron a salir, sin hacer ruido. Cuando pasaron frente a la puerta del comedor, lo hicieron lo más rápido posible, hasta que llegaron a la salida.

-¡Adiooos ma! -Gritó Jake antes de salir.

-¡Adiós hijo, ten cuidado! -Respondió ella desde lejos.

Ambos se subieron al coche y rápidamente se fueron. El mayor condujo hasta su casa y se estacionó justo en frente.

-Bueno, creo que uno debe entrar primero. Alguien podría vernos si vamos juntos.

-Claro, mmm, ve tú primero. Yo me quedaré aquí en el auto y voy en un rato.

-Entiendo, de acuerdo. -Jake estaba a punto de bajarse hasta que Ryan lo toma del brazo.

Cuando el menor giró a verlo, lo sorprendió con un gran beso. Este le correspondió dulcemente.

-Maldita sea, ¿por qué nos tenemos que ocultar?

-Nosotros... Podríamos mostrarnos. Pero, ya sabes, solo una persona se opondría.

-Ya buscaré la forma... Debe de aceptarnos.

Jake le acarició la mejilla y le dio un pico.

-Ambos buscaremos la forma, amor. Ahora, tengo que ir al trabajo... Te quiero.

-Yo más, cariño.

El pelimarrón se bajó del vehículo y entró a la gran casa, donde John lo recibió. Se puso manos a la obra y comenzó a limpiar el jardín mientras conversaban. Al rato, llamaron a la puerta. Claramente era él.

John se acercó y abrió la puerta.

-Buenos días, John.

-Buenos días, joven Ryan. Siento molestarlo desde temprano, pero su padre lo espera en su oficina.

Gardenias de primavera (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora