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Habían pasado unas horas y Jake no se volvió a cruzar con Ryan. Ya había terminado el trabajo de hoy y era momento de irse. Saludó a John, tomó sus pertenencias y se retiró.

Ryan miraba por la ventana de su habitación. Observó como el chico se iba de la propiedad y, posteriormente, se le cae algo del bolsillo sin que él mismo lo note. Salió corriendo de su pieza, llegó al patio y se agachó a recogerlo. Para ese momento, ya se había marchado. Era una billetera, simple y de color marrón. La curiosidad le ganó al ver que el borde de unas fotos sobresalían de esta. La abrió y encontró dos imágenes. Una de Jake con una señora, supuso que es su madre. Y otra, también de Jake, pero con un chico. Miró esa última unos segundos. Después cerró la billetera y volvió a correr, acercándose a la vereda. Miró para ambos lados y lo vió a mitad de cuadra, caminando a paso lento con las manos en los bolsillos. Velozmente fue hacia él, pero bajó el ritmo cuando ya estaba cerca.

-¡Ey Jake! Creo que esto te pertenece, lo encontré tirado en el patio de casa. -Dijo mientras le extendió la mano con la billetera.

-Oh gracias, no me había dado cuenta. -Lo tomó y lo llevó a su bolsillo. Estaba a punto de seguir caminando pero se detuvo al escuchar nuevamente su voz.

-Por cierto, disculpas por lo de hoy.

-No te preocupes, yo... lo entiendo.

-Nono, quiero decir... mi padre no tiene razón. Creo que ya te diste cuenta cómo es, pero yo no soy como él.

Jake sonrió levemente, pese a que esas palabras le hicieron sentir un gran alivio en el pecho.

-Gracias... Es lindo saber eso.

Ryan sonrió.

-Oye, creo que no había llegado a hacerte la pregunta antes...

-Oh cierto, ¿qué era?

-El sábado por la noche voy con unos amigos a jugar bolos... ¿Qué dices? ¿Te gustaría ir?

No podía creer que lo estaba invitando y menos después de lo sucedido. Pero no se podía negar, quería conocerlo más y este primer paso es una buena oportunidad.

-Claro, me gustaría.

-¡Qué bien! Entonces... Luego te diré dónde es y nos vemos allí.

-De acuerdo, hasta luego. -Lo saludó con una sonrisa.

-¡Adiós!

...

Había llegado el sábado. Eran las 18 pm y faltaban dos horas para la reunión. Jake revolvía su armario buscando qué ponerse, quería armar un buen outfit ya que Ryan solo lo conocía con su ropa de trabajo. Terminó optando por un pantalón cargo y un buzo, ambos color negro. Junto con una campera de jean. Luego se acomodó su suave cabello marrón y se perfumó.

Estaba ansioso, no sólo iba a estar con él, sino con sus amigos. Esperaba caerles bien.

Por alguna razón, pese a que se había preparado con tiempo, se le hacía tarde. Una vez más, Jake siendo impuntual. Tomó un uber lo más rápido que pudo y llegó al lugar. Estaba algo perdido, no sabía para dónde ir. Buscó con la mirada hasta que vió a Ryan sentado solo. Se acercó caminando hacia él.

-¡Hola Ryan!, ¿qué tal?

-Hola Jake, me alegro de verte.

-Creí que llegaría último, se me hacía tarde.

-No te preocupes... -Dijo con un tono apagado.

-¿Sucede algo?

-Creí que iba a ser una gran noche, quería que la pasáramos bien entre todos... Pero mis amigos me cancelaron a último momento. Lo siento, no llegue a avisarte...

Gardenias de primavera (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora