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Capítulo 14
Un íntimo partido

—¿Cómo van las cosas por tu parte, Kuina?

En el piso superior reina un silencio casi absoluto. Con la mayoría de los jugadores yendo a los juegos y los demás de fiesta, ya sea para celebrarlo o para pasar por alto el hecho de que Aguni es ahora el líder, nadie sube a la suite real.

Kuina no tarda en responder.

—Aguni sigue en su habitación. Qué aburrida estoy ahora.

Mientras no se vuelva descuidada por su aburrimiento, las cosas saldrán bien. No me disculpó por el retraso, y no me molestó en explicar dónde había estado justo antes de dirigirme a la suite real. Ahora mismo es irrelevante para la causa.

Las puertas se abren casi sin hacer ruido, y la fría luz azul de la luna brilla a través de las ventanas. Nadie se ha preocupado de limpiarlas en las últimas semanas, y la suciedad se adhiere visiblemente a los anchos paneles de cristal.

—Entonces, ¿procedemos con nuestro plan?

Algunas gotas de sangre aún cubren el suelo, pero ésa es la única prueba de que algo ha ocurrido aquí este mismo día. Mis ojos se mueven hacia un lado, donde Arisu había encontrado la caja fuerte más pequeña dentro del armario, y el recuerdo me hace resoplar.

— No sé si Arisu es listo o estúpido. Es imposible que las cartas se guardaran en una caja fuerte normal.

Incluso ahora es difícil de creer lo fácil que Arisu me lo ha puesto. Cómo confió tan absolutamente en mi con respecto a un plan que lo mataría, y cómo no se dio cuenta de que estaba siendo utilizado hasta el final.

—Entonces, ¿dónde está la verdadera caja fuerte? —pregunta Kuina con voz apagada, para no llamar demasiado la atención en el pasillo.

Me coloco frente a la ventana, pero aunque ésta es la suite real es sin duda la habitación más lujosa de toda la Playa, la vista es inútil. La azotea del anexo bloquea la mayor parte de la vista sobre la ciudad, y la suciedad oculta el resto.

—Cuando Arisu encontró la caja fuerte falsa, Aguni, que normalmente no vacila —recuerdo claramente la forma en que los ojos de Aguni habían parpadeado hacia la pared lateral mientras Arisu recibía una paliza delante de él—. miraba hacia un lugar determinado. Creo que el contenido del sobre no contenía un código de acceso ni una carta vacía...

Suspiro y me alejo del cristal, hacia el cuadro del ciervo.

—...sino que, en su lugar, podría haber sido un dibujo.

Levantar la obra de arte de la pared es más fácil de lo esperado. No hay más seguridades que este escondite, y parece casi demasiado sencillo cuando aparece otra caja fuerte dentro de la pared.

—La encontré.

Me pregunto si ésta tiene un sistema de aviso mejor que la caja fuerte estándar de la habitación, o si simplemente hará sonar también una alarma sonora. E incluso si lo hace... ¿quién se dará cuenta además de Kuina?

—¿Así que le has utilizado para esto? —resopla la mujer a través del aparato. Ella misma debería haberse dado cuenta ya de que nunca ha formado parte del plan sacar a Arisu también de la Playa.

The Human Heart [Chishiya Shuntaro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora