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-Oh santa mierda, casi me matas del susto, Fletcher.- murmuré con una mano en mi pecho, intentando controlar la respiración.

-Lo siento, pero es que no me oías.- él también parecía agitado.

-¿Ah?

-Estuve gritándote desde hace cuatro calles atrás, ¿Acaso no escuchas?-preguntó con un cierto tono de diversión, pero no me reí.


Vaya bromista.

Coffee ⇢lashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora