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Claro que el no sabía que sabía su nombre. Era como un "secreto" que tenía conmigo mismo, pues el nunca me lo había dicho, pero yo si el del. Ya que podía leer su nombre en las etiquetas de los vasos, cuando el encargaba su pedido.


Y aun conservaba su iPhone.

Coffee ⇢lashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora