41.6

487 26 1
                                    

Comenzó a repartir pequeños besos por mis mejillas, labios, cuello y madíbula, pero sus manos no se quedaron atrás, tocaban todo lo que podían. Me subió al lavamanos y hizo que me recostara contra el espejo, tirando algunas cosas que tenía encima del. 

-Joder- mascullé cuando la puerta de mi habitación se abrió, revelando la voz preocupada de mi madre. - ¡Estoy bien ma!, solo me resbalé en la ducha.- respondí. Volvió a insistir que saliera para que pudiera verme, pero me negué. 

Coffee ⇢lashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora