12.5

909 65 4
                                    

-¡Oh venga ya, tu no sabes eso!- acusé con una sonrisa nerviosa. Corrió hasta mi cajón de la mesita de noche que tengo, a un lado de la cama y lo abrió bruscamente. Arqueó ambas cejas y sacó lo que había dentro. 

-Estos están sin uso.- buscó más- Y estos, y estos y no te olvides de estos, son de fresa.- sonrió. 

-Por amor a dios, cierra eso.- blanqueé mis ojos, ¿Desde cuando mi madre, se había convertido en mi mejor amiga?

Y sin olvidar que parece una psicópata sexual.

Coffee ⇢lashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora