ྉDonde una científica queda seleccionada para ir a una luna desconocida buscando sus sueños sin pensar
que también encontraría sus compañeros de vida,
bienvenidx a la improvisación.ྉ
°《𝑳𝒂 𝒎𝒂𝒚𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕...
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Melancolía. Era el segundo día en el que te quedabas con Txe'lan en su Marui, no querías ver a Lo'ak y mucho menos enfrentar a sus padres; por lo tanto te habías establecido con tu amigo.
Tuk había venido el día anterior para contarte que estaba cuidando bien de Bodoque y prometió venir hoy para contarte como estaba cuidándolo, sobretodo chismear sobre lo que estaba pasando en su familia y en el pueblo.
Te encontrabas sola, haciéndole de comer a Txe'lan en compensación por invadirle su espacio. Realmente era complicado cocinar ahora que estabas tu sola haciéndolo.
Llevas intentando prender el fuego durante más de media hora, para así poder cocinar unos pescados que te había dejado en la mañana pero todos tus intentos por hacer que el fuego tomara vida eran un fracaso absoluto y te estabas empezando a frustrar.
Sentiste ruido a tus espaldas cuando movieron la cortina que tenía Txe'lan en la entrada, no te inmutaste porque sabías que Tuk era quien estaba allí.
Seguiste tratando de prender el fuego, gruñendo con molestia cuando volvió a apagarse.
Los pasos se acercaron hasta colocarse en tu espalda.
—Creo que necesitas ayuda, ¿te molesta? —habló Jake con lentitud.
Saltaste en tu lugar al escuchar su voz y giraste la cabeza como la niña del exorcismo en su dirección, mirándolo con cara de tonta.
Soltó una risita por tu comportamiento, te enderezaste al escucharla y le diste una sonrisa tonta.
—¿Qué haces aquí? —preguntaste con confusión.
Nunca se había atrevido a acercarse cuando te quedabas con Txe'lan, así que era algo nuevo para ti.
Carraspeo con incomodidad, jugando con sus manos mientras desviaba la mirada hacía donde estabas intentando hacer el fuego.
—Quería verte, es raro estar sin ti —susurro con nervios, acomodó una de sus rastas sueltas detrás de su oreja y te miro con fijeza— Neytiri también te extraña, ella me mando a hablar contigo.
Sonreíste al procesar sus palabras y te diste cuenta de lo mucho que extrañaste estar con los Sully, sobretodo con Jake y Neytiri.
Palmeteaste el lugar a tu lado, notando como Jake aún seguía parado a tu espalda.
Con facilidad se sentó a tu lado, tomando una de las piedras que usaban para prender el fuego, tratando de crear un chispazo y iniciar el fuego.
Suspiraste con derrota cuando en menos de dos minutos pudo encenderlo con toda la facilidad del mundo, observaste la sonrisa presumida que tenía en su rostro y empezó a soplar con suavidad para avivar el fuego.
—¡Quita esa sonrisa, presumido! —dijiste indignada, golpeando su brazo con fuerza porque sabías que estaba apunto de burlarse.
Soltó una risotada con todas las ganas que tenía y movió su cola con gana, parecía un perrito con un premio.
