Laia es una joven patinadora sobre hielo con un talento innato y una pasión por el deporte que la lleva a competir en los más altos niveles.
Vinicius, por su parte, es un jugador estrella del Real Madrid, con una habilidad excepcional en el campo y...
Vinicius era un chico alto y moreno de 22 años que había nacido y crecido en Brasil. Desde que era un niño, había soñado con jugar al fútbol en uno de los equipos más grandes del mundo. Y ese sueño se había hecho realidad cuando tenía 17 años, cuando fichó por el Real Madrid.
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Desde entonces, Vinicius había estado viviendo en Madrid, lejos de su familia y amigos en Brasil. Vivía solo en un apartamento en el centro de la ciudad, pero mantenía contacto regular con sus padres y sus dos hermanos en Brasil. Aunque amaba jugar al fútbol y ser parte del Real Madrid, a veces se sentía solo y extrañaba su hogar.
Vinicius también tenía un mejor amigo, Valverde, que también era jugador del Real Madrid. Se habían conocido en su primer año en el equipo y se habían vuelto inseparables desde entonces. Valverde era una de las pocas personas en las que Vinicius confiaba plenamente.
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Pero había algo que asustaba a Vinicius más que nada en el mundo: el amor. Había tenido algunas relaciones en el pasado, pero siempre habían terminado en dolor y decepción. Como resultado, Vinicius había decidido mantener su corazón cerrado y centrarse en su carrera como futbolista.
A pesar de todo esto, Vinicius seguía siendo un joven atractivo y popular. Era conocido por su habilidad en el campo y por su personalidad amistosa y alegre. Había muchos admiradores y admiradoras que intentaban conquistarlo, pero Vinicius los mantenía a todos a distancia.
A medida que pasaban los días, Vinicius se centraba cada vez más en su carrera en el Real Madrid. Había algunos rumores de que podría ser traspasado a otro equipo, pero él intentaba no pensar en eso. En cambio, se concentraba en sus entrenamientos y partidos, y en disfrutar de su tiempo libre con Valverde y algunos otros compañeros de equipo.
Aunque Vinicius todavía tenía miedo de enamorarse, a veces se preguntaba si algún día encontraría a alguien especial que cambiaría eso. Pero por ahora, seguía centrado en su carrera en el fútbol y en disfrutar de su vida en Madrid.
