LLAMADA

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Laia estaba sentada en el sofá de su casa, mirando su teléfono móvil una y otra vez, esperando una llamada o un mensaje de Vinicius. Habían pasado tres días desde que él se había ido y no había tenido noticias suyas. Se sentía triste y decepcionada, no entendía por qué no se había puesto en contacto con ella.

Su hermano Gavi se acercó y se sentó a su lado en el sofá.

- ¿Estás bien, Laia? - preguntó, notando la tristeza en su rostro.

Laia suspiró y sacudió la cabeza.

- Si, estoy bien

Vinicius se encontraba en un entrenamiento del Real Madrid, pero su mente no estaba del todo concentrada en el juego. No podía dejar de pensar en Laia, en su sonrisa, en su risa, en la forma en que se sentía cuando estaba con ella.

No sabía si debía llamarla o no, no quería ser pesado ni agobiarla, pero su corazón le decía que necesitaba hablar con ella.

Después de un rato, Vinicius decidió que no podía seguir así, no podía seguir ignorando sus sentimientos. Tomó su teléfono y empezó a escribir un mensaje para Laia.

Pero justo cuando estaba a punto de enviarlo, se detuvo. ¿Y si ella no sentía lo mismo por él? ¿Y si solo lo veía como un amigo y no como algo más? Vinicius suspiró, sabía que tenía que tomar una decisión, pero no sabía cuál era la correcta.

Pasaron los días y Laia comenzó a aceptar que quizás Vinicius no estaba interesado en ella. Trató de mantenerse ocupada con su patinaje sobre hielo y pasar tiempo con sus amigos.

Laia estaba sentada en el autocar junto con los demás jugadores del Barcelona que se dirigían al Bernabéu para jugar un partido importante. A pesar de estar concentrada en el partido, Laia no podía dejar de pensar en Vinicius y en la última vez que estuvieron juntos.

Recordaba lo bien que se llevaban, la risa que compartían y los sentimientos que habían empezado a surgir entre ellos. Pero también recordaba la tristeza que sentía cuando se dio cuenta de que Vinicius se había ido sin decirle nada.

Laia y Gavi llegaron a su habitación del hotel, ubicado en las cercanías del estadio Bernabéu, donde se hospedarían durante seis días. Gavi se preparó rápidamente y salió hacia el estadio para reunirse con sus compañeros de equipo, pero Laia decidió quedarse en la habitación y prepararse para el partido más tarde.

Laia estaba en las gradas del Bernabéu, emocionada por ver a Vinicius en el campo. Era un partido importante entre el Real Madrid y el Barcelona, y ambos equipos estaban dando lo mejor de sí.

De repente, Laia vio a Vinicius con su equipación blanca del Real Madrid corriendo hacia el campo. El corazón de Laia empezó a latir más rápido al verlo allí. Vinicius parecía emocionado y feliz por estar jugando en su campo.

En mitad del partido, Vinicius localizó a Laia en las gradas. Laia se sonrojó cuando vio a Vinicius mirándola fijamente.

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