Laia es una joven patinadora sobre hielo con un talento innato y una pasión por el deporte que la lleva a competir en los más altos niveles.
Vinicius, por su parte, es un jugador estrella del Real Madrid, con una habilidad excepcional en el campo y...
Laia se despertó temprano y decidió ir al entrenamiento de Vinicius para darle una sorpresa. Sabía que Gavi estaría dormido todavía, así que no tendría que preocuparse por explicarle a su hermano por qué se había ido temprano.
Cuando llegó al campo de entrenamiento, encontró un lugar en las gradas y esperó a que Vinicius apareciera. Finalmente, lo vio corriendo por el campo con sus compañeros, riendo y bromeando.
Cuando Vinicius vio a Laia en las gradas, su cara se iluminó con una sonrisa. Laia no podía evitar sonreír al ver lo feliz que estaba Vinicius de verla.
Los compañeros de Vinicius comenzaron a hacerle bromas, diciéndole que finalmente había encontrado a la chica que le gustaba. Vinicius se reía y bromeaba con ellos, pero no podía apartar los ojos de Laia.
Después de unos minutos, sus compañeros lo animaron a que fuera a darle un beso a Laia.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó, con una sonrisa.
- Quería darte una sorpresa - respondió Laia, sonrojada.
Vinicius se acercó a Laia y la besó suavemente en los labios.
Laia se sintió como si estuviera flotando en el aire. Vinicius la tomó de la mano y la llevó hacia el campo para que pudieran pasar un tiempo juntos.
Mientras caminaban juntos, Vinicius le contó a Laia sobre su entrenamiento y lo emocionado que estaba por el próximo partido. Laia se rió de sus chistes y disfrutó de su compañía.
Laia se acercó tímidamente a los compañeros de Vinicius, quienes la miraron con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Sabían que ella era la hermana del jugador del Barça, Gavi, pero no esperaban verla en el entrenamiento del Real Madrid.
- Lo siento mucho por el comportamiento de mi hermano en el partido - dijo Laia, con la cabeza baja. Él no debería haber sido tan agresivo con Vinicius. Espero que podamos seguir llevándonos bien y que él pueda seguir jugando con vosotros.
Los compañeros de Vinicius intercambiaron miradas y luego uno de ellos habló:
- No te preocupes por eso, Laia. No nos importa quién sea tu hermano o en qué equipo juegue. Lo importante es que Vinicius está feliz contigo, y eso es todo lo que nos importa.
Laia sonrió tímidamente, agradecida por las palabras amables de los jugadores del Real Madrid. Después de todo lo que había pasado, se sentía un poco insegura y vulnerable, pero su amor por Vinicius era más fuerte que cualquier cosa.
- Gracias - dijo Laia. Realmente aprecio su amabilidad.
Los jugadores le devolvieron la sonrisa y se prepararon para continuar con el entrenamiento.
Vinicius estaba en el vestuario con sus compañeros después del entrenamiento. Todos estaban agotados, pero animados después de una sesión de entrenamiento intensa. De repente, uno de sus compañeros se acercó a él con una sonrisa.
- Oye, Vinicius, ¿estás enamorado de Laia? - preguntó su compañero con una sonrisa pícara.
Vinicius se sorprendió por la pregunta, ya que no había hablado con nadie sobre sus sentimientos hacia Laia. Pero su compañero parecía seguro de lo que estaba diciendo.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Vinicius con curiosidad.
- Bueno, todos sabemos que no te enamoras fácilmente. Y últimamente, te hemos visto sonriendo más de lo habitual y siempre hablando sobre Laia. Además, hemos visto cómo te miras cuando estáis juntos - explicó su compañero.
- Sí, es verdad. Estoy enamorado de ella. Nunca había sentido algo así antes - admitió Vinicius con una sonrisa tímida. No lo puedo negar, ella me ha robado el corazón y no me arrepiento de ello.
Sus compañeros lo felicitaron y le desearon lo mejor, prometiendo mantener en secreto su conversación. Vinicius se sintió agradecido de tener un equipo de apoyo en el vestuario, y más aún por tener a Laia en su vida.
Vinicius llevó a Laia al campo de fútbol vacío otra vez, pero esta vez estaba un poco nervioso y serio. Después de unos minutos, decidió hablar con ella sobre lo que había estado pensando.
- Laia, sé que es muy pronto y que apenas nos conocemos, pero no puedo evitar sentir esto. Me haces feliz y no puedo evitar pensar en ti todo el tiempo. Quiero saber si quieres ser mi novia.
Laia se quedó un poco sorprendida pero también emocionada. Ella había sentido lo mismo por Vinicius desde que lo conoció.
- Sí, Vinicius. Me encantaría ser tu novia.
Vinicius sonrió de oreja a oreja y se acercó a Laia para abrazarla. En ese momento, todos sus compañeros salieron de donde estaban escondidos, aplaudiendo y gritando.
- Felicidades, chicos - dijo uno de los compañeros de equipo. Vinicius, nunca pensé que te enamorarías, pero parece que Laia lo ha logrado.
Vinicius rió y le dio un puñetazo en el hombro a su amigo.
- Espera, ¿qué quieres decir con eso? - bromeó Vinicius.
Todos se rieron y continuaron felicitándolos. Vinicius y Laia se abrazaron mientras miraban el campo vacío, ahora lleno de amor y felicidad.
Más tarde, mientras Vinicius acompañaba a Laia se hicieron una foto
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