EFÍMERO

¿HOGAR?

Después de la emocionante victoria de Laia y su pase a la siguiente ronda, Balde rodeó a Laia con un cálido abrazo. Ambos estaban eufóricos por el logro alcanzado y la felicidad se reflejaba en sus rostros.

Sin embargo, la alegría se vio interrumpida por la irrupción furiosa de Gavi. Sus ojos ardían de ira mientras dirigía su mirada hacia Laia. Sin perder tiempo, Gavi le gritó a su hermana:

- ¡¿Por qué hiciste esa maldita 'V' ?!

Laia se quedó atónita por el enojo repentino de Gavi, pero Balde no dudó en defenderla. Se interpuso entre Gavi y Laia, manteniendo una postura firme.

- Gavi, Laia puede amar a quien quiera. No tienes derecho a decidir por ella o a juzgar sus acciones. Si ella hizo esa 'V', fue su elección y deberías respetarla.

Gavi, aún lleno de furia, lanzó una mirada de desprecio hacia Balde.

- ¡No te metas en esto, Balde! Esto no te concierne.

Laia, con la voz temblorosa pero llena de determinación, miro como Gavi se iba furioso.

- Iré con el

- Avisame para cualquier cosa - dijo Balde mientras la abrazaba

Laia llegó a su casa y vio a Gavi en la puerta con maletas

- ¿Gavi, qué está pasando? ¿Por qué tienes tantas maletas?

- Laia, estoy decepcionado. No puedo creer lo que has hecho y cómo has actuado. No quiero volver a verte ni tener nada que ver contigo - serio y distante

- ¿De qué estás hablando, Gavi?- sorprendida y con lágrimas en los ojos

- No quiero que me busques, no estaré aquí para ti - firme

- Gavi, por favor, hay sentimientos que no comprendes - llorando

- No te quiero escuchar. No quiero ser parte de tu vida si vas a tomar decisiones que me decepcionan tanto

- Gavi porque no entiendes lo que siento. Vinicius es alguien importante para mí, y lo que teníamos era real.

- Ya he tomado mi decisión. No me busques, Laia. No estaré aquí para ti.- serio

- ¿Realmente estás dispuesto a abandonar nuestra relación de hermanos por esto? No puedo creerlo. No puedo perder a mi familia, a ti.

- Mis principios y lealtades son claros. Si eso significa perder a mi hermana, entonces así sea. No quiero tener nada que ver con alguien que elige a un jugador del Real Madrid sobre su propia sangre.

- Gavi, por favor, piensa en lo que estás haciendo. Estás dejando que el fútbol y las rivalidades nublen nuestro amor y nuestra conexión como hermanos.

- Ya es demasiado tarde, Laia. Mi decisión está tomada. No puedo seguir adelante como si nada hubiera pasado. No quiero verte ni hablar contigo. Adiós, Laia.

Desesperada, Laia buscó su teléfono y llamó a Balde, su mejor amigo y confidente de confianza. Entre sollozos, le explicó lo que acababa de suceder y le pidió que la dejara quedarse en su casa. Balde, siempre leal y solidario, no dudó en responder afirmativamente.

- Claro, Laia, ven a mi casa de inmediato. Siempre estaré aquí para ti - dijo Balde, tratando de transmitirle apoyo y consuelo a través de la línea telefónica.

Laia agradeció a Balde por su amistad y aceptó su generosa oferta. Rápidamente, recogió algunas pertenencias y se dirigió a la casa de Balde. En el camino, sus pensamientos se llenaron de dolor y confusión. No podía entender por qué Gavi reaccionó de esa manera tan drástica, cortando todo contacto con ella.

Al llegar a la casa de Balde, fue recibida con un cálido abrazo y palabras reconfortantes. Balde le aseguró que estaría allí para ella en este difícil momento y que juntos encontrarían una solución.

Con el paso de los días, Laia se instaló en la casa de Balde y encontró consuelo en su amistad. Balde la escuchó, le brindó apoyo emocional y la animó a mantener la esperanza. Juntos, decidieron buscar una forma de abordar la situación con Gavi y encontrar una reconciliación.

Laia también recibió el apoyo de otros amigos cercanos y su entrenador de patinaje, quienes le recordaron su fuerza y ​​determinación para superar cualquier obstáculo.

Poco a poco, Laia se dio cuenta de que su felicidad no dependía completamente de la aprobación de su hermano, aunque anhelaba una reconciliación. Aprendió a confiar en sí misma y en las personas que la amaban y apoyaban incondicionalmente.