En el Hanshi (Xicheng)

21 Expedición a ciudad Kathra

Esa misma mañana, Wei Ying y Lan Zhan partieron al medio día hacia ciudad Kathra. Se dirigieron en espada hacia el noreste de Gusu.

La ciudad Kathra se hallaba en la intersección de las sectas de Yunmeng Jiang, Gusu Lan y Lanling Jin, siendo punto de reunión designado para los discípulos después de una cacería nocturna.

Era una ciudad tranquila, sin ningún avistamiento de algún cadáver feroz, más que problemas con algunos grupos de bandidos y robo de ropa interior femenina, pero nada más allá de eso. Y recientemente, la desaparición de los cachorros de algunas betas y mujeres omegas.

—Al parecer hace mal tiempo en la región – comentó Wei Ying viendo la neblina extenderse por la ciudad, dándole un aire lúgubre.

—Mhn, Wei Ying... ¿puedes sentirlo? – preguntó Lan Zhan, desenvainando a Bichen.

—Sí, no es energía resentida, pero... se siente una perturbación en la energía chi – respondió, llevándose a Chenqing a los labios, dispuesto a comenzar su melodía. Ambos estaban dispuestos a atacar al más mínimo movimiento, cuando la neblina se dispersó con lentitud, dejando ver las calles de la ciudad, vacías.

—¿Eh?, ¿no te parece raro que el pueblo esté vacío? – indicó Wei Ying, mirando las calles vacías, no escuchando ninguna clase de ruido.

—¿Qué hacen ustedes aquí?, ¿no saben que día es hoy? – preguntó uno de los pobladores, subiendo a un niño pequeño en una carreta, viendo a la pareja de cultivadores en la entrada a la ciudad, quienes guardaron sus armas espirituales.

—tercer día del mes solar, año del conejo – respondió Wei Ying con una sonrisa divertida, haciéndole una jugarreta al poblador

—¡No me refiero a eso! – respondió, exaltado – Hoy es el día de la tragedia de Jiabao – explicó, viendo el rostro confundido de Wei Wuxian, mientras Lan Zhan alzaba sus cejas apenas perceptiblemente.

—¿Podría explicarse mejor, buen señor? – preguntó Wei Wuxian, sin entender la advertencia del hombre.

El contrario bufó, procediendo a responder la duda de Wei Wuxian.

—Hoy es el día en que los espíritus de los amantes malditos, recorre el pueblo junto con la ciudad y termina en el antiguo palacio, con el repicar de las campanas, se dice que el pueblo Jiabao fue el antiguo lugar de una trágica historia de amor. Por estas fechas, suele verse un gran lobo blanco de ojos azules como el hielo rondar la ciudad durante dos noches, en busca de su amante caído. La leyenda cuenta que el lobo está buscando a la bruja que le arrebató a su amante y se llevó al cachorro de ambos – explicó, dramático

—Oh, eso suena bastante interesante, que bueno que nosotros somos cultivadores, podemos ayudar a ahuyentar a ese espíritu melancólico y rencoroso – respondió, sonriendo con confianza – Somos los mejores cultivadores de Gusu Lan, ¿a qué sí, Lan Zhan? – se dirigió a su esposo, mirándolo con una gran sonrisa.

—Sí, haremos todo por ayudar, ¿nadie se queda en la ciudad? – preguntó Lan Wangji,

—Sólo una anciana lo suficientemente loca permanece en el pueblo de Jiabao, la encontrarán en la casa de la pradera, junto a un gran invernadero, podría ofrecerles posada, yo estoy por irme, mucha suerte con el espíritu maligno de los dos amantes – deseó el hombre, subiendo a la carreta, con una pequeña comitiva de vecinos, emprendiendo camino hacia el este.

—¿Escuchaste, Lan Zhan?, tal vez sea un espíritu el que se ha llevado a los cachorros, pensando en que uno de ellos pudiera ser de él, eso es muy trágico – comentó, colgándose del brazo de su marido – aunque es aterradoramente conveniente, ¿no crees?, un lángrén y un lobo, es demasiada coincidencia