42 Amantes sunt amentes

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La pregunta que hizo Romen fue clara, haciendo rabiar al lángren frente a él, quien retiró la espada de su frente, lanzándola lejos. Lan Xichen llamó a Shuoyue a su lado, estando expectante ante la respuesta del lángren.

—Por ti – comenzó a decir – porque odiaba la idea de que pasaras mucho tiempo en la habitación, y porque no podía concebir la idea de que fuera por causa mía – contó, reprimiendo el impulso de apresarlo, gruñendo en su lugar – Después de que me notificaras la pérdida de nuestro hijo, lo único en lo que podía pensar era en cambiar las cosas, así que le pedí a la sanadora JiaLi la creación de una píldora que cambiara la naturaleza de alfas en omegas – comenzó a hablar, siendo escuchado por todos en el vestíbulo principal. – Como no tenía nada mejor que hacer, y me dolía verte deprimido, iba todos los días a casa de la sanadora para asegurarme de que la píldora fuera fabricada sin ningún contratiempo – relató, con su mente viajando al pasado – pero entonces... el aroma que inundaba el hogar de la mujer comenzó a atraerme, me embriagó, y con el pasar del tiempo, me volví dependiente de él, tanto que no me daba cuenta que lo necesitaba para alegrarme e iluminar mis días grises – relató, bajando la cabeza – su carácter era firme cuando se requería, dulce cuando estaba junto a su familia y cuando atendía a la gente, la lealtad hacia su esposa era inquebrantable, sabiendo que no pensaría en traicionar a su familia ni los principios que predicaba, ella me recordaba tanto a ti, que mi lado alfa se descontroló y por un momento pensó que ella eras tu y debía marcarla para retirar el aroma de las flores silvestres mezclado con la frescura de los pinos del bosque – Eso causo curiosidad entre todos los presentes ante la mención del descontrol de su segundo género.—Una tarde, discutí con ella, pues se encontraba recolectando flores y bayas silvestres para un ungüento medicinal para los ancianos del pueblo, le dije que la píldora era mucho más importante que los pobladores ancianos y le exigí que la terminase, ella me echo de su hogar, enfadada ante mi comportamiento, pero en vez de eso, enfurecí, deje que mi lado alfa tomase el control y la reclamé como mía, pero no conforme con eso, abuse de ella hasta que mi lado alfa se aburrió de eso y antes de que me fuera amenace la vida de su familia para que no dijera nada, descubriendo en el proceso que no era cualquier tipo de alfa, sino un enigma – confesó, alertando a los presentes en la sala, sin dejar sus posiciones de defensa y ataque.

—¡Rápido! – susurró Jingyi, apartándose un poco, permitiendo que Xiao Ju, Nie Huisang, Lin Zhen y Lan Xichen subieran las escaleras hacia el primer piso, siendo cubiertos por el resto, quienes se encontraban a la expectativa de la historia del lángren, mientras Lan Zhan y Wei Wuxian daban pasos cortos y muy lentos hacia atrás, intentando llegar a las escaleras.

—Después de descubrir que era un enigma, supe después que había comenzado a enfermar del vómito de pétalos, por el rechazo de la mujer a quien marqué, y a su vez, fui descubierto por Roman, así que lo mantuve cautivo en los calabozos del palacio, y husmeando en una antigua biblioteca del pueblo descubrí el libro de las mil y un maldiciones, descubrí el hechizo de intercambio de almas y pensé que era la salida hacia morir de manera inevitable por una enfermedad que era imposible de vencer en aquella época, así que realicé primero el hechizo de intercambio de almas, y eso me dio una idea brillante, podría usar ese hechizo para intercambiar tu cuerpo por el de la sanadora JiaLi, en caso de que ella no tuviera la píldora lista, así que fui a su hogar para llevarla al palacio y poder realizar el hechizo. Roman no sabía que yo era un enigma, por lo que le impedí usar su voz de alfa para evitar detenerme – contó, recordando los hechos – En cuanto entre al hogar de la sanadora, me di cuenta de que ella estaba fabricando un antídoto para la píldora que le había pedido, por lo que supuse, había resultado, entonces ordené a mis guardias ir por su esposa y traerla ante mí, como seguro para que la sanadora no intentase nada absurdo y para comprobar realmente mis sospechas. Exigí que me entregase la píldora y la fórmula para recrearlas, comenzando una discusión, pero en respuesta, incendió el invernadero con las plantas que poseía para la fabricación de esa píldora, entonces pensé continuar mi plan inicial, intercambiar su cuerpo de omega con tu alma, Romen, pero ella se negó a venir, atacándome con una daga afilada, pero la asesiné por accidente, viéndose mi plan frustrado ante los acontecimientos – relató, mirando con ira mal contenida al hombre frente a él – Entonces me llevaron a su esposa convertida en omega, pero se hallaba muy lastimada, por lo que la descarte para intercambiar su cuerpo contigo, así que no tuve otro remedio que usar el hechizo de transmigración del clan Xi, obligando al alma de la sanadora a transmigrar a una época próxima, pero sin reconocer cuando sería eso, así que asesiné a Roman en mi cuerpo y fui al palacio, donde realice el hechizo de inmortalidad para ambos, e incite a los guardias a que destruyeran el pueblo y al clan YangXi, ofreciendo un subalfa a cada clan para que asegurase descendientes alfas en lugar de comunes betas – terminó su explicación, mirando al hombre frente a él llorar amargamente, olvidando al resto de los cultivadores, quienes se encontraban al final de las escaleras, en el primer piso.

En el Hanshi (Xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora