Selena miraba con escepticismo las curiosas formas de vida de aquel mundo. No sabía mucho sobre La Tierra actual ya que los informes que había leído databan de hace mucho tiempo. Sospechaba que algo no estaba bien, aquel planeta parecía estancado en el pasado. No podía creer lo arcaico de su tecnología. Ella imaginaba aquel lugar como un mundo parecido al suyo en cuanto a desarrollo científico, pero lo que veía ahora distaba mucho de sus fantasías.
Había salido junto a su madre a reconocer el terreno y abastecerse de algunas cosas que necesitarían durante su estancia allí. Otra cosa que la comía por dentro, era que Rena estaba alargando el momento de hablar ellas dos seriamente. Esto, sumado a que aún no tenía noticias de Amelia, la estaba mortificando.
Salieron de aquellos grandes almacenes cargadas de bolsas con productos de aseo y ropa, puesto que la que llevaban llamaba mucho la atención, además de haber sido robada.
Volvieron al hostal a media mañana y allí encontraron a un apesadumbrado tío Samuel que las esperaba con el ánimo bajo.
–Tenemos que hablar –les dijo, nada más las vio atravesar las puertas del hostal. –Es importante. –Añadió y, acto seguido, empezó a andar hacia su despacho.
Ellas le siguieron intrigadas. Selena comenzó a pensar que algo terrible le había pasado a Amelia y, el corto recorrido hasta el despacho, se le hizo eterno.
–Sentaos, por favor. –Ellas se sentaron obedientemente con el rictus tenso y preocupación en los ojos. Samuel se dio cuenta de eso. –Los chicos no han contactado aún conmigo, no es de eso de lo que quiero hablaros –dijo serio, mientras tomaba asiento. –Esta mañana han venido los federales buscándolos y me han mostrado un vídeo del aeropuerto... En él, se veía como Amelia baja de la nave, pero no aparecía en el vídeo de hace meses cuando embarcaron hacia el espacio.
–¿No saben que ella fue encontrada en el espacio? –Preguntó Selena dudosa. –¿Es que ellos no notificaron que la traían a La Tierra?... ¿Por qué?... No lo entiendo. –Murmuró tratando de encontrar un motivo.
–Son buenos chicos, todos ellos lo son –dijo Samuel. –La ayudaron cuando estaba en apuros y, después, sintieron lástima de ella cuando les contó su situación. Seguramente yo habría obrado de la misma manera. Avisar de algo así... se hubiera formado un gran revuelo a su alrededor y a saber dónde habría acabado la pobrecilla... –Añadió negando con la cabeza.
–Cuando les vea quiero agradecérselo. Lo que han hecho por mi nieta es realmente honorable –dijo Rena sonriendo tiernamente.
Selena estaba confusa y era algo escéptica. Ella había desconfiado de los hombres desde que supo de su existencia. Sus prejuicios la hacían pensar que eran seres egoístas y avariciosos por naturaleza. Pero aquella revelación le estaba haciendo replantearse todas estas creencias.
Aunque estaba claro que aquel no era el momento de hacer examen de conciencia. El hecho de que fueran los federales y no la policía quienes los estaban buscando, parecía ser más grave.
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Amelia: La sociedad de las mujeres (Completada)
Science FictionAmelia está a punto de hacer un gran descubrimiento. Envuelta en esta aventura llena de acción, reflexiones y, sobre todo, sentimientos encontrados que la harán replantearse su vida y sus propias ideas. Con humor y grandes dosis de ironía, hará fren...