James continuaba apuntando en dirección a las dos mujeres que le miraban con gesto tranquilo. Para su sorpresa, se parecían mucho a la chica de aquella foto, la que andaba buscando, aunque con sutiles diferencias. No sabía porque ahora eran dos y las preguntas no hacían más que amontonarse en su mente.
–¿Quiénes son ustedes? –preguntó en tono áspero. Pero, viendo que ninguna contestaba, siguió hablando. – Señoritas, esto no es ninguna broma. Soy inspector federal, estoy buscando al Señor Evan Rugers y a su acompañante que, por lo que sabemos sobre ella, podría ser cualquier ha de vosotras dos... –dijo pasando la mirada de una a la otra.
Selena y Rena seguían sin contestar y aquel silencio le comenzaba a irritar. No tenía tiempo para todas esas tonterías, solo quería llevárselos a todos, interrogarlos y cerrar aquel extraño caso de una vez por todas.
Umberto llegó corriendo a donde estaba James y se detuvo intentando recuperar el aliento.
–Los... he perdido... no sé dónde se han podido meter... –dijo con dificultad.
–Mierda... los teníamos ya, solo nos faltaban dos. Pero, mira –le dijo señalándolas. – Ahora tenemos a estas dos repetidas, para que después digas que este caso no es extraño... ¿qué hacemos?
Umberto las miró atónito.
–¿Gemelas?
–Eso parece... – Respondió suspirando. – Bueno, llevémoslas al furgón y llamemos a los refuerzos. Vamos a necesitar peinar toda esta zona para dar con ellos. –Por cierto, ¿el disparo de antes a que vino? –le preguntó intrigado.
–Le disparé a un dron –respondió serio. –Creo que pueden vernos, al parecer tienen este lugar preparado.
–¿Por qué motivo tendrían algo así? Maldita sea, esto va a ser mucho más complejo de lo que me imaginaba –murmuró y volvió a mirar a las mujeres. –¡Andando, se viene con nosotros! –les gritó.
–¡De eso nada! –Dijo Selena furiosa.
–Mire, no se lo estoy preguntando. –Dijo con voz bronca James. –O vienes por tu propio pie, o... –Giró la pistola apuntando ahora a Rena –le pego un tiro en la cabeza a tu hermana, ¿qué me dices? ¿vas a colaborar?
Selena miró a su madre con preocupación.
–De acuerdo...– respondió mirándole con un odio infinito.
–Muy bien, pues en marcha, delante de mí y si hacéis alguna tontería... – Les repetía James mientras se iban adentrando en el bosque.
Amelia miró a Evan asustada.
–En esta posibilidad no habíamos pensado –dijo asustada.
–Amelia, tranquilízate. Si están aquí puede ser que sea porque han seguido a Trian y Cameron. Pero no estaban con ellos, es posible que estén por aquí... –mientras decía estas palabras, un dron se acercó a la ventana y la golpeo– ...ves.
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Amelia: La sociedad de las mujeres (Completada)
Ciencia FicciónAmelia está a punto de hacer un gran descubrimiento. Envuelta en esta aventura llena de acción, reflexiones y, sobre todo, sentimientos encontrados que la harán replantearse su vida y sus propias ideas. Con humor y grandes dosis de ironía, hará fren...