CAPÍTULO 45

4.3K 216 117
                                    

FDP pt 2.: Buenos recuerdos


Cenamos tranquilamente entre risas, ahora no me separaba de Katsuki y miraba de reojo constantemente a Izuku, el ambiente entre nosotros ahora era muy tenso y aunque trataba de no estropear la pijamada había veces que no podía evitar recordar esa escena que tardaría en olvidar.

No es que sintiera rencor hacia Izuku, sabía que él no haría tal cosa si hubiera sabido sobre nuestro noviazgo, pero pensé que era algo evidente, es decir, todo el mundo en la UA está al corriente y hay mas de un rumor sobre nosotros, sobre todo cosas absurdas y puros chismes pero estábamos en boca de todos. Y no pensé que alguien tan inteligente como Izuku pudiera ser tan ajeno a estas cosas.
Por eso me resultaba tan difícil de asimilar esta situación, sentía celos, no quería alejarme de Bakugo, de pronto era consciente de su atractivo y de lo popular que era entre la gente.

Mas de una vez vi como algunas chicas trataban de ligar con él y no las culpaba, era muy atractivo y cualquiera querría ser su novia, y eso me creaba cierta incomodidad, quizás eso sentía él cuando algún chico se me acercaba...

Quería creer que Izuku habría dejado a un lado sus sentimientos por Katsuki, pero mi subconsciente no podía dejar de pensar que estaría planeando a mis espaldas para acercarse a él, los celos pueden ser muy traicioneros en ocasiones.

- TN, me acercas un trozo de aquella? - Mi amigo de pelo morado me sacó de mi burbuja, tenía su brazo extendido señalando una de las pizzas cerca de mí a la que él no llegaba. Cordialmente le sonreí un poco y le alcancé una porción, me estiré un poco para dársela y él me mostró una pequeña sonrisa que no dejó indiferente a nadie -

- Sabes sonreír Histoshi? - Preguntó una indiscreta Mina al ver por primera vez en la noche la sonrisa de Shinso y es que era verdad que siempre estába muy serio y con su cara de no haber dormido en toda su vida no ayudaba a dar un semblante amigable. Aunque luego era todo lo contrario a lo que aparentaba, era divertido y aunque a veces prefería estar solo, sumido en sus pensamientos, a hablar con otro ser humano, no hacía que Shinso fuese una persona carismática. Solo había que pasar tiempo con él para descubrir esa bonita faceta suya -

El nombrado se avergonzó un poco y solo tomó la porción y volvió a su sitio junto al rubio eléctrico para comer en silencio, después de eso probablemente no volvamos a escucharlo el resto de la noche. Era como un gatito si te acercabas con cuidado a él y tratabas de acariciarlo después de dejarle olerte será cariñoso y querrá estar contigo, pero si te acercas con movimientos rápidos y tratando de cargarlo sin que te conozca huirá y no querrá salir de su escondite.

Eso me dejó un poco triste por él, seguramente había sido traído a la fuerza por mi enérgico amigo y sabía que este tipo de situaciones no le gustaban nada.
Le di una mirada compasiva antes de que Katsuki me abrazase ofreciéndome el último pedazo de pizza que quedaba de la que era mi favorita.

- Eh! Deberíamos sortearlo. - Dijo Sero refiriéndose a dicho pedazo de comida que Bakugo tenía en sus manos -

Katsuki lo miró y Sero enseguida se retractó en su decisión, yo no pude evitar reír, era surrealista pensar que mi rubio era capaz de intimidar a otro con mirarlo solo por que yo tuviera el último trozo de pizza.
Sonreí enternecida y tomé esa porción mientras los fuertes brazos de Bakugo me abrazaban ocultando un poco su rostro en mi cabello sin dejar de mirar a Sero, yo besé su mejilla y enseguida su atención se dirigió a mí, se acercó un poco más y me besó en los labios. Fue un acto muy sorpresivo que me hizo sonrojar.
Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza y mis ojos se abrieron de par en par. Podía parecer que actuaba de forma absurda pues ni que fuera la primera vez que me besaba, obviamente no. Pero esta era distinta, era la primera vez que me besaba en público y delante de nuestros amigos. En otras ocasiones me había besado frente a ellos sí, pero en contextos totalmente distintos, como por ejemplo cuando había mucha mas gente y pasábamos desapercibidos y no eramos el centro de atención. En ocasiones los besos frente a otros eran mucho más rápidos, pequeños picos o ligeros roces entre nuestros labios, cosas sutiles que no eran apenas perceptibles a los ojos de nuestros acompañantes.
Pero en este caso era algo totalmente distinto, su beso era uno casto como los solíamos tener en la intimidad, no uno fogoso, no uno necesitado si no mucho mas dulce, mas romántico.
Sus ojos estaban cerrados y sus labios se movían sobre los míos de forma lenta y deliciosa, su mano tomaba delicadamente mi mentón y sabía que la mirada de los presentes estaba posada en nosotros pues era algo muy extraño que algo así sucediera, tanto que jamás lo habían presenciado.

Lo Que Dicen Tus Ojos >>Bakugo Y TN<< ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora