Lo Que Dicen Tus Ojos >>Bakugo Y TN<< ✅

CAPÍTULO 41

Por la Bakusquad!

Cuando acabó el concierto fuimos todos juntos a cenar a un bonito restaurante, me senté al lado de Katsuki y tomé su mano, él entrelazó sus dedos con los míos y me miró con esos preciosos ojos que una vez mas me demostraban lo mucho que me quería.

Los camareros nos trajeron las cartas y después de que todos pudiéramos y nos sirvieran el champán que habíamos pedido Katsuki se levantó con la copa en la mano.

- Quiero daros las gracias por el dia de hoy, pero no os acostumbreis - Reímos al escucharlo decir eso - No pero enserio, esta mañana... Estába mal al pensar que nadie se había acordado de mi cumpleaños pero lo he pasado muy bien, gracias por organizar esto para mí -

Todos lo miramos sonriendo y alzó su copa haciendo que nos levantasemos.

- Quiero hacer un brindis por la bakusquad, somos los mejores sin duda alguna - Dijo con orgullo a lo que todos sonreímos -

- Por la bakusquad!! - Alcé mi copa y el resto también lo hicieron -

- Por la bakusquad! - Repitieron todos a la vez chocando nuestras copas para luego beber del amargo líquido ambarino -

Pasó la cena entre risas y anécdotas, nos hicimos muchas fotos aquella noche y creamos recuerdos que siempre estarían en nuestra memoria.
Volvimos todos juntos a la Academia a altas horas de la madrugada, ibamos algo pasados de copas aunque tampoco como para no ser conscientes de nuestro entorno.

Aquella noche solo Sero entró a su cuarto solo, Mina y Kirishima fueron a la habitación de la chica, Denki entró al cuarto de ese chico de pelo morado de la clase 1C y Katsuki y yo entramos a su habitación entre besos y pasos torpes.

Él devoraba mis labios y yo los suyos mientras que nuestras manos no podían quedarse quietas. Las mias solo acariciaban y tocaban su rostro acercandolo a mí para profundizar mas los bruscos besos y las suyas tomaban mi cintura, se colaban bajo mi camiseta y me acariciaban la piel sacándome algunos suspiros.

Nos adentramos en la habitación y yo cerré la puerta tras de mí, caminamos hacia la cama sin dejar esos besos tan necesitados.
Lo empujé ligeramente haciendo que se sentase, me miró con una mirada tan ardiente que juraba que en sus ojos habían dos llamas que deseaban quemar mi ropa.

Me senté a horcajadas sobre él y lo miré mientras él ponía sus manos en mis muslos mordiendo su labio.

- Todavía no se ha acabado tu cumpleaños - Moví mis caderas sobre él alimentando ese fuego interno que ambos teníamos - Aún falta tu regalo - Dije con un tono de voz dulce a la par que seductor -

Me levanté de sus piernas bajo su mirada indignada aunque no apartó la vista de mí cuando caminé hacia atrás.
Saqué mi móvil y puse música erótica en Spotify, subí el volumen y lo dejé sobre la mesita de noche, él parecía entender lo que iba a hacer y pude notar su agitación.
Parecía estar impaciente por ver lo que tenía pensado hacer, primero empecé a contornearme frente a él, moví mis caderas suavemente al ritmo de la música de forma sensual. Su mirada recorrió mi cuerpo y cuando intentó acercarse para tocarme lo detuve tomando sus manos.

- Tú solo disfruta - Sonreí pícara y bailé ahora mas cerca suyo -

- Es el mejor cumpleaños de mi vida - Dijo él observando detenidamente cada movimiento que yo hacía -

Llevé mis manos a mis curvas las cuales acaricié antes de comenzar a quitarme la ropa, empecé con la camiseta la cual levanté lentamente para provocarlo y tras pasar la franja de mis pechos la quité por completo y se la lancé.
Él la tomó al vuelo y la apretó mientras mordía su labio inferior observando mi torso casi desnudo.
Me senté sobre él y ondulé mi cuerpo haciendo rozar nuestras intimidades aún cubiertas, yo le impedía tocarme y eso le estaba costando acatarlo pues estába acostumbrado a ser siempre el dominante, a tener todo bajo control pero eso había cambiado esta vez ahora la que tenía las riendas era yo, y aunque sabía que lo tenía descolocado también era cierto que lo estába volviendo loco.