Lo Que Dicen Tus Ojos >>Bakugo Y TN<< ✅

CAPÍTULO 63

Sácame de aquí

A la mañana siguiente cuando desperté Shoto ya lo había hecho así que tras arreglarnos bajamos a desayunar.

Pensé que podría hablar con mi padre y calmar el ambiente pero en cuanto me vió entrar por la puerta de la cocina se bebió su café de un solo sorbo y sin dirigirme una palabra ni una mirada más salió de allí pasando por mi lado como si no existiera.

Agaché la mirada aguantando las lágrimas mientras Shoto llegaba detrás de mí y tomaba mi mano, agradecí ese acercamiento pero no lo dije, solo apreté su mano y me senté cabizbaja para desayunar en completo silencio soportando las miradas insistentes de mi familia que sabía que sentían pena por mí pero decidí ignorarlos.

Tras terminar los dos nos fuimos a mi habitación para terminar de recoger nuestras cosas y salir juntos hacia clase.

- Copito... Estás bien? - Me preguntó mi amigo una vez estuvimos fuera de mi casa y me vió todavía entristecida -

Alcé la vista para mirarlo directamente a los ojos, no respondí pero pareció entender que efectivamente no lo estaba.
Se acercó a mí y me abrazó posando una mano en mi pelo haciendo que yo simplemente me apoyase en él, me agotaba todo esto, me agotaba tener que ir a clase y ver allí a Katsuki que había roto conmigo hacía menos de un día, ver allí a mi padre que no me hablaba y tener que hacer como si no ocurriera nada.

Cuando me sentí con fuerzas me pude separar de él para continuar nuestro camino.

Era increíble pensar en como Shoto no se había separado de mí desde el incidente con Dabi y como desde que se enteró de que estaba embarazada me protegía y me cuidaba, estaba siempre para mí, todo el tiempo me tomaba de la mano, todo el rato estaba ahí, simplemente estaba aquí, conmigo.
Y eso hacía que dentro de todo lo malo que estaba pasando, tenía un rayo de luz, y esa luz era Shoto Todoroki, mi mejor amigo... Mi hermano.

Llegamos a clase y al entrar la primera mirada con la que choqué fue con aquella que hacía que mi cuerpo vibrara, la que revolucionaba los latidos de mi corazón.
Normalmente me pararía a observar esos preciosos rubies que Katsuki Bakugo tenía como ojos, sin embargo en este caso solo pude apartar la vista y caminar con el corazón en un puño hasta mi asiento. No alcé la cabeza, sabía que seguía mirándome, y no podría soportar seguir viéndole.

Entonces como si de un angel se tratase, una chica pelirosa apareció frente a mí gritando muy alegre.
Un angel muy ruidoso, pero un angel a fin de cuentas.

- TN-chan!!! Tenemos cosas de las que hablar - Se sentó a mi lado con su silla y dijo aquello de forma muy bajita acercándose a mí todo lo posible -

Por la mirada que le di supo que no había ido bien lo que quería que le contase, rápidamente le dio una mirada asesina a su rubio y explosivo amigo. Miré hacia su lugar ligeramente y lo vi girarse rápidamente, como si fuera un niño al que hubieran pillado haciendo alguna trastada.

De nuevo los ojos negros de mi amiga se posaron en mí.

- Que ha pasado? - La miré intentando que viera que no quería hablar sobre eso, pero aún así sabía que me estaba entendiendo, sabía que entendía lo que había pasado - Hablaremos después vale? -

Yo solo asentí y tras un beso en mi cabeza por parte de Mina se volvió a su asiento para comenzar con la clase cuando papá Aizawa entró por la puerta.
No me dirigió la mirada en ningún momento, cuando quería participar en clase me ignoraba y simplemente hacía como si yo no estuviera.
No pude decir lo mismo de Katsuki pues hoy parecía que solo estuviera él, solo recibía miradas de "te voy ha matar" por parte de mi padre y aunque no supiese las respuestas le obligaba a participar.