Lo Que Dicen Tus Ojos >>Bakugo Y TN<< ✅

CAPÍTULO 48

Angustia

Sin saber bien como me sentía salí de la casa que me había acogido tomando la mano de papá Hizashi y la muñeca de papá Aizawa.
Mi estómago dolía, estaba revuelto, apenas había comido solo la mitad del chocolate caliente y sentía que lo iba a vomitar, estaba nerviosa pero a la vez triste y confundida...

Al salir de la casa los llevé hasta su coche que estaba aparcado frente a la puerta.

- Quiero ir a hablar con él - Los miré a ambos pero a Shota no podía mirarlo a los ojos -

No solté la mano de Present Mic, de hecho la apretaba mas fuerte, mientras que a Aizawa lo solté al llegar junto al coche.

- TN no creo que sea buena idea - Dijo el de pelo negro tratando de hacerme cambiar de opinión -

- Si no vamos juntos, iré yo sola - Afirmé de forma tajante, lo miré buscando algo de empatía, necesitaba que colaborase en esto, no quería que me ocultase algo así y que me pusiera tantas trabas no ayudaba en esto, era como si quisiera apartarme de su nueva vida y eso me dolía -

Él no dijo nada, tampoco me miró así que entendí.
Suspiré decepcionada y solté la mano de mi rubio padre para comenzar a caminar en dirección no se donde porque realmente no sabía donde vivía el peli morado.

- TN espera! - No había caminado mucho cuando escuché que por fin se había decidido a decirme algo, me giré y lo vi como habiéndose dado por vencido - Vamos juntos -

Asentí ligeramente y caminé de nuevo hacia el negro coche, subí al asiento trasero esperando a que ellos suban también. Parecieron hablar entre ellos y decirse algo que no llegaba a escuchar entraron.
Solo esperaba que de verdad me llevasen a casa de Shinso.

El camino era en completo silencio, y mi cabeza solo podía darle vueltas a todo. Pareció una eternidad el tiempo que tardamos en llegar, pero también fue demasiado corto el trayecto, no estaba lista para esto, pero realmente nunca lo estaría así que mejor tirarse al agua de una.

Cuando llegamos a la que pensé que sería su casa papá Aizawa aparcó el coche frente a la casa. Nos quedamos los tres en silencio observando el lugar como si fuera la boca del lobo y estuviéramos a punto de meternos en ella.

Suspiré dejando salir todo el aire de mis pulmones y cuando me decidí abrí la puerta del coche, mis padres imitaron mi acción y salieron conmigo.
Tomé fuertemente la mano de papá Hizashi, estaba asustada y mis manos temblaban.
Toqué al timbre no muy segura de lo que hacía y cuando su pelo morado y su rostro ojeroso apareció frente a mí me quedé sin palabras, un nudo se hizo en mi estómago, no parecía sorprendido por nuestra visita, como si ya se lo imaginase.

Lo miré con seriedad y él se hizo a un lado para dejarnos entrar.

- Estoy solo en casa, podéis pasar - Entramos y solté lo único que me mantenía con los pies sobre la tierra -

- Podemos hablar a solas? - Dije mirándolo a los ojos, él era bastante mas alto que yo así que miraba hacia arriba y él hacia abajo con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón negro -

Asintió ligeramente y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera, eso hice, me encaminó por la casa hasta quedar los dos en una habitación aparte, la cocina.

Cerró la puerta tras él y yo me apoyé en la pared con la cabeza agachada, se sentó en una silla no muy lejos de mí y se mantuvo en silencio esperando a que fuera yo quien hablara.
Pero no podía, las palabras estaban atoradas en mi garganta, una lágrima de rabia calló por mi mejilla al no saber como expresarme.