Âme soeur - Bangchan

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POV T/N

Esa mañana me desperté con muchos nervios, no sabía que tenía pensado esta vez Chan, era un chico que desde siempre me generaba mucha curiosidad. Me levanté sin prisas y observé que no estaba a mi lado, en su lugar había una pequeña nota:

T/N,

Pasaré por ti a las 7 p.m para que tengamos nuestra cita.

Con amor, Chan.

Sonreí al tener un pequeño recuerdo de cuando éramos niños.

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-¿Qué se supone que estas haciendo?- Observé a Chris correr por toda mi habitación acomodando las cosas.

-Se supone que tú tienes que estar en la sala hasta que yo te diga.- El pequeño se cruzó de brazos como pudo, ya que traía consigo muchos papeles y guías de luces.

-Pero no quiero estar allí, quiero ayudarte en lo que estés haciendo.- Hice un puchero que fue ignorado por el mayor al darme la vuelta y sacarme a rastras de mi habitación.

-Yo te iré a buscar cuando puedas entrar.- Gritó a través de mi puerta.

Frustrada me encaminé a la cocina encontrándome con mi mamá y la señora Bang, en brazos llevaba a la pequeña Hannah, se veía muy tierna.

-¿No estaban jugando con Chris?- Me preguntó cuando vio que me senté en la isla junto a ellas.

-Estábamos jugando, pero me corrió de mi habitación y dijo que me iba a buscar cuando pudiera volver.- Me encogí de hombros. Las dos intercambiaron una mirada que no supe entender, pero que también me daba algo de miedo.- ¿Ustedes saben algo que yo no?

-Nosotras no sabemos nada cariño, solo tenemos nuestras suposiciones.- Se rió por lo bajo mi mamá.

-Suponemos que este juego va a ser muy divertido.- La señora Bang se veía muy entusiasmada.

-Hija, ¿qué le ocurrió a tu cabello?- Mi madre me observó y recordé que había quitado mi peinado ya que me apretaba demasiado.- Iré a buscar algo para arreglarlo.

Mi madre salió corriendo de la cocina, dejándome con la señora Bang y la pequeña Hannah que lloriqueaba por un poco de atención. Al volver, mamá traía en mano un cepillo de cabello y una hermosa tiara de flores. Me dejé peinar y arreglar por las dulces manos de mi progenitora, justo cuando terminó el timbre de la casa sonó.

-¿Podrías ir a abrir, hija?- Pidió mi madre, a lo que yo obedecí y bajándome de un saltito corrí a la puerta principal.

-

Hola... te v..vine a bu...buscar p..para tener una c...cita...-Chris se encontraba parado frente a la puerta, con un pequeño ramito de flores que parecían recien cortadas del jardín de mi madre, sonrojado completamente, mejor peinado que antes y con una chaqueta negra que no había visto que trajera, se veía adorable.