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Iba directo a la clase de danza del día, observando todo a mi alrededor, para poder evitar al pegajoso de Chris. Llevaba tres días que no se despegaba de mí y eso me estaba incomodado. No entendía su repentino cambio de actitud. De pronto Sentí como me tiraron del brazo y me metieron en uno de los salones vacíos. Casi instantáneamente lance un golpe al aire, siendo esquivado por la persona que me había metido allí.

-Hey, tranquila ninja.- La risueña voz de Han me tranquilizó instantáneamente.

-Imbecil, me asustaste.- Suspiré tocando mi pecho dramática.

-Solo quería hablar contigo sin el pesado de Chan.- Rodó los ojos. Es cierto, ahora que él se la pasaba pegado a mi no podía estar mucho con mi mejor amigo.

-Lo lamento Hannie, no se que le pasa a este chico.- me senté en el primer banco cercano que encontré y el castaño se sentó frente a mi.

-Yo lo entiendo y creo que estaría igual que él en su situación.- Se rascó la barbilla pensativo.

-¿De qué situación estás hablando?- Lo miré confundida y él hizo lo mismo.- Hannie... ¿sabes algo que yo no se?

-N-no...- Negó con las manos rápidamente.- Debo... debo irme a clase.

-Pero si fuiste tú el que...-No me dejo terminar la frase porque salió pitando fuera de mi vista. Bufé molesta mientras me levantaba y retomé mi camino a la clase de danza.

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POV CHAN

Tres días habían pasado y ella todavía no me daba la noticia de su embarazo. Me estaba desesperando, quería ya hablarlo, ya tenía algunos nombres en mente, pero necesitaba discutirlo primero con ella, además debía comenzar con sus controles. También me estaba costando mucho contener a mi madre y mi suegra, ya que enseguida vieron las fotos en mis redes sociales me llamaron pidiendo que les explicara, pero tuve que pedirles que no le dijeran nada a T/N porque en realidad yo lo había descubierto sin querer.

Di vuelta en el pasillo de la universidad y me paré frente a su salón de danza. Allí estaba ella, se veía tan linda bailando, sus movimientos me tenían sumamente hipnotizado, tanto que no noté cuando Jisung se posicionó a mi lado.

-Todavía no te lo ha dicho, ¿cierto?- Su voz me llegó a los oídos, negué en forma de respuesta.- Ella tampoco lo ha verificado, es muy olvidadiza. De seguro el tema se le pasó de largo. Deberías buscar la forma de recordarle que debe hacerse el test nuevamente.

Aunque no lo quisiera admitir el chico tenía razón. T/N solía ser muy olvidadiza desde la primaria, aunque ella no sabía que yo siempre estaba detrás de sus cosas y se las regresaba al lugar cuando ella olvidaba donde las dejaba.

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Las ansias me ganaron, me excuse con T/N para desviar el camino a la salida de la universidad y comprar un test de embarazo. Necesitaba ya de una vez saberlo y no quería presionarla, pero mientras más demoremos el asunto peor podría ser por todos los cuidados que implica.

Por primera vez llegue a casa antes que ella. Puse la bolsa en la mesa ratona de la sala y me senté en el sofá con la televisión encendida a esperarla. Una hora y poco habrá pasado desde que llegué, cuando la sentí entrar.

-Estoy en casa.- Anunció, por suerte habíamos mejorado la relación y ahora el trato era más cordial, no eramos la típica pareja enamorada, pero solo porque ella no parecía avanzar igual que yo, sin embargo no me molestaba. T/N no dejaría de ser mi alma gemela ni tampoco el amor de mi vida.

-Necesitamos hablar...- Apagué el televisor y la observé con seriedad, no dejaba de temblar y me preocupaba como encarar el tema.

-¿Ocurrió algo?- Preguntó con el ceño fruncido y sin desviar la mirada de mi.

-Estuve hablando con varias personas...- Comencé indicándole que se sentase a mi lado.- Y todas coincidieron en algo... Creo que deberíamos salir de dudas...- Señalé el objeto en la mesa.

-¿Tú crees que podría estarlo?- Pude notar como los colores desaparecieron de su rostro y sus manos comenzaron a temblar.

-Hey, si lo estas sabes que te apoyaré en todo momento.- Tomé sus manos y su mejilla para acariciarla.- Solamente debemos salir de dudas, porque no es bueno que estés pasando mal y no sepas que le ocurre a tu cuerpo.

Ella asintió y con un poco más de seguridad salió hacia el baño con la caja en la mano. Definitivamente Han tenia razón, ella no se acordaba de haberse hecho el primer test. Los minutos fueron eternos, cuando había decidido ir a tocar la puerta para cerciorarme de que estuviese bien ella se asomó en la sala. No me detuve a observarla mucho tiempo, solo me percaté de que me extendía el objeto y en este aparecía el positivo marcado. Mi corazón saltó de emoción, ahora si corrí a abrazarla, podía festejar con ella esta nueva etapa, podía compartir mis emociones y los pensamientos. Tomé su rostro entre mis manos y lo llené de besos por doquier.

-Me haces el hombre más feliz del mundo.- Solté con toda emoción, las lágrimas se hicieron presentes en ambos, las mías estaban tapadas de felicidad y la sonrisa me delataba, pero las de T/N no parecían ser iguales, me detuve a verla, podía notar el miedo, la preocupación y algo más que no supe descifrar en su mirada.-Hey... ¿Qué ocurre princesa? ¿No te emociona saber que creamos una nueva vida?

-Si me emociona, pero me aterra.- Sorbió su nariz y dejó salir el llanto con fuerza. Como pude la senté en el sofá y la abracé fuertemente contra mi pecho dejando que se desahogase. Podía comprender ese miedo, aunque fuera pequeñi había presenciado varias situaciones en los embarazos de mi madre, donde ella y mis hermanos llegaron a correr peligro. No es fácil cargar con una vida dentro y tampoco lo es una vez que nacen, pero se que si los dos asumimos los roles que nos corresponden podremos sobrellevarlo bien y criar con mucho amor a nuestro bebé.

Pasado el rato el temblor causado por el llanto disminuyó, su respiración se volvió más pausada y pesada. Al parecer se había dormido entre mis brazos. La observé un instante y no pude evitar sentir mil cosas a la vez, pero la más fuerte era el deseo de protegerla, sus ojos hinchados, su nariz y mejillas sonrojados me estrujado el corazón y me hicieron pensar en la cantidad de veces que por culpa mía ella habría pasado noches completas así. La cargué hasta la cama y allí me recosté a su lado, acariciando sus mejillas primero y luego su vientre, que se notaba algo más tenso, lo cual indicaba que nuestro bebé comenzaba a formarse allí. Sonreí de la ternura al imaginarme a una pequeña T/N diciéndome "papá".

Âme soeur - BangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora