El frío que recorrió mi espalda me hizo despertar. Me giré a ver por qué ya no sentía el calor que me acompañó durante toda mi etapa de sueño, hasta que descubrí que Chan no se encontraba en su lugar. No era muy agradable despertarse y estar sola. Ya me había acostumbrado en cierta forma a que él estuviese allí, así como también me había acostumbrado a sus intentos de muestras de afecto y de caballerosidad. Habían pasado un par de semanas desde nuestra charla y nuestro primer encuentro, al cual le siguieron varios más. Perezosamente me abrí paso saliendo de la comodidad de nuestra cama y todavía en pijama salí en búsqueda de Chan.
Al llegar a la sala me encontré con el chico, estaba sentado leyendo cómodamente un libro, verlo vestido de forma tan casual me generó una sensación extraña, no voy a mentir diciendo que no había comenzado a tener cierto interés en él, pero esto era diferente, me resultaba hasta atractivo verlo así.
-Buenos días.- Levantó la vista del libro sin moverse de su posisicion y me sonrió dejando ver sus hoyuelos.
-Buenos días.- Le devolví la sonrisa y me encaminé al baño para arreglarme y así luego desayunar.
Una vez pronta regresé donde él y me senté a su lado, el libro parecía estar algo interesante, porque no despegó la mirada en ningún momento hasta que mi estómago traicionero rugió haciéndolo mirarme.
-Oh, lo siento. Deberíamos almorzar.- Marcó la página y luego se levantó para ir a la cocina, siguiéndolo yo por detrás.
Hoy me sentía algo extraña, estaba cansada en exceso, los párpados me pesaban demasiado, pero eso no me impedía ayudar a Chan con la cocina, solamente no tenía muchos ánimos de conversar. Una vez que todo quedó picado comenzamos a hervir y fritar los alimentos.
-¿Podrías revolver esa olla?- Me preguntó con suavidad mientras él buscaba los condimentos en la alacena.
Asentí suavemente y me puse a realizar lo que me pidió, una vez que levanté la tapa de la olla el estómago se me revolvió y una fuerte arcada me hizo soltar la tapa dejándola caer, haciendo un gran estruendo que terminó por sobresaltar al morocho y que este se girase a tiempo para verme correr directo al baño, donde terminé vomitando hasta lo primero que había comido esa semana.
-¿T/N?-Golpeó la puerta del baño mientras yo aún seguía abrazada al retrete y conteniendo otra arcada.-¿Te encuentras bien?
No pude responder ya que volví a vomitar. Una vez las nauseas pasaron me lave los dientes y mojé mi rostro. No escuchaba a Chan del otro lado, pero sabía que seguía ahí esperándome. Me miré al espejo y sin darle importancia salí topandome con su pecho.
-¿Te sientes bien?- Me analizó con la mirada y tocó mi frente para comprobar si no tenía fiebre.
-Sí, debe haber sido lo que comimos anoche, me debió de haber sentado mal.- Le sonreí y volví a la cocina a continuar con lo que habíamos antes.
Una vez servido el almuerzo las nauseas volvieron, haciendo que no pudiese comer más que unos pocos bocados, pero si las pude disimular un poco. Ese día Chan iría a la empresa y yo aprovecharía para ensayar con Han. Si se estaban preguntando quién ganó, bueno termino siendo Han, Chan se excusó con que no iba a competir con él en algo tan tonto y Felix que quería participar junto a sus amigos terminaron por desistir al tener muchas otras tareas que cumplir en la empresa en la que trabajaban, da la casualidad que todos trabajaban en la misma que Han y Chan.
______________________________
-¿Segura que no quieres que me quede?- Chan se estaba calzando y preguntando por milésima vez sobre mi estado de salud.
-Por última vez, estoy y estaré bien. Ve tranquilo, si igual dentro de un par de horas estarás de regreso.- Le dije rodando los ojos mientras él se levantaba del escalón de la entrada y me miraba serio.
ESTÁS LEYENDO
Âme soeur - Bangchan
Fanfiction"Se cuenta que las almas gemelas eran dos almas tan iguales que, cuando encarnan en el plano físico, siempre buscan ejercer una atracción recíproca." Pero... ¿Quién dijo que encontrar a tu alma gemela era algo placentero? ¿Qué ocurriría si esa perso...