36. La Navidad

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A pesar de que Sakura sentía que había logrado un avance, comenzaba a impacientarse porque no lograba salir de esa habitación. Se pasaba todo el día dando vueltas, mirando por la ventana, escuchando con la oreja pegada a la puerta o tratando de mirar por la rendija, pero no lograba que Sasori confiara lo suficiente para dejarla salir.

Deseaba fervientemente salir y poder ver cómo escapar de ese lugar. Debía haber alguna forma de escape, seguramente dejaban alguna puerta abierta para que los niños salgan al jardín o quizá alguno de ellos salía a recoger el correo, pero debía haber alguna manera.

Sakura se estaba cansando de corresponder a Sasori, sentía miedo y asco de tan solo besarlo, pero no podía encontrar otra manera de que él confiara en ella y de alguna forma, sus intentos estaban valiendo la pena pues podía notar como él se desvivía por complacerla y, sobre todo, sorprenderla con algo. Sakura se preguntaba si realmente le traería a Smuk, su perro. Rezaba para que Sasori lo busque y así, lo atrapen.

Pero los días pasaban y nada de eso ocurría. Tan solo había logrado que Sasori se ilusionara más y ahora él quería dormir con ella. Sakura sudaba frío de tan solo pensar en entregarse a él nuevamente.

Justo en ese momento, se encontraba apretada bajo sus brazos. La habitación estaba a oscuras y solo podía ver las luces lejanas que se colaban por las ventanas. Afuera hacía demasiado frío y había nevado durante la tarde. Sasori la apretaba contra su pecho y le besaba la cabeza. Sakura, que tenía el brazo alrededor de su cintura, sintió que la tristeza le dolía en la garganta. Si tan solo las cosas fueran diferentes.

Si tan solo estuviera en su apartamento, abrazando a Sasuke, con su perro en los pies, calientitos y hablando de cómo celebrarían la Navidad ese año. Discutiendo en la casa de quién estarían, si los Haruno o los Uchiha o quizá... Este año se decidieran celebrar a solas, como una familia pequeña pero independiente. Sakura debería estar pensando en qué regalarle... A pesar de la horrible crisis entre ambos, Sakura habría decidido darle una oportunidad... Y confiaba en que Sasuke hubiera empezado el cambio verdadero... Que ambos hubieran comenzado la sanación que tanto les hacía falta.

Sakura tragó duro y se mordió el labio con fuerza para contener las lágrimas pues no deseaba que Sasori la viera así. Él debía verla contenta o comenzando a quererlo. Él tenía que ver a una Sakura que estaba empezando a olvidarlos a todos y que se había decidido por él.

Hundió el rostro en el cuello de Sasori, removiéndose ligeramente como aligerar la tensión en su rostro. Sasori suspiró y la soltó un poco para inclinarse y besarla en la frente.

- ¿Qué quieres por Navidad? - susurró Sasori en su oído.

Sakura se encogió de hombros, mirándolo fijamente, pero en la oscuridad él no podía verla y ella quería utilizar todo lo que tuviera a la mano para seducirlo. Se deshizo de sus brazos y gateó en la cama para encender la lámpara que llenó la habitación de luz cálida. Sasori, que estaba acostado, se incorporó lentamente para verla mejor.

- Sé que te prometí a tu perro... - Sasori se rascó la cabeza, algo afligido. - Pero Deidara y Yukata son unos inútiles...

Sasori torció el gesto ante la incompetencia de esos dos y esto fue advertido por Sakura. De inmediato, su mente brillante tejió una nueva estrategia. Algo más osada, pero algo tenía que hacer. Debía convencer a Sasori de que podía confiar en ella, que podía dejarla salir confiando en que no se escaparía porque ya lo había elegido a él.

Sakura se inclinó y comenzó a besarlo en el rostro y en el cuello. Sasori se sorprendió, pero no lo dudó mucho, después de todo era hombre y se moría por estar con ella. Se aferró a su cintura y le mordió el labio.

Solo faltas tu (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora