Drugs and revenge [FanFic - DanceRacha] 《JEONGLIX》

•VigintiTres•

Seungmin estaba fumando cuando su hermano mayor jugaba con la navaja sobre el escritorio, parecía molesto, abrió el cajón y coloco un cuaderno de pasta dura.

—¿Por qué lo hiciste? —fue más un gruñido que una pregunta departe del mayor

—Felix estaba muy drogado seguro iba a tener una sobredosis aquí en tu oficina —respondió soltado el humo de la calada de su cigarro —Deberías detenerte Tae

—¿Qué me detenga?, ¿Se te olvidó lo que me hizo Seung? —Tae apuñalo el cuaderno sobre él

—La culpa no solo fue de él, también fue tuya por traerlo, por usarlo,  comenzaste a jugar con un niño perdido y drogadicto, las cosas se fueron a la mierda por tu culpa también —indico Seungmin

—¡Cállate!, él debe sufrir lo que yo sufrí, debe arrastrarse hasta el suelo y suplicarle esto, —alzó el cuaderno —los secretos oscuros de su amado niño zorro

—Tae…

——🔗——

Felix había salido de universidad una hora tarde porque se quedó en la biblioteca donde se escondió de aquella escena, si la de un Jeongin dulce, gentil, yendo abrazar a un chico de cabello largo, castaño claro, en su auto deportivo. Decir que aquello no le dolía era una mentira, pero no podía pedir más, no sabía como hacerlo, ya era suficiente con las migajas, al final sus padres lo dejaron como un mueble olvidado y Jeongin le había dado la poca atención que Felix creía que merecía.

Su celular sonó pero miro la llamada era Chan, pero no tenía ganas de contestar, parecía que el “Anciano” sabía cuando Felix estaba a punto de hacer una estupidez, era como si tuviera un radar para saber que Felix haría algo.

Siguió su camino donde pasó a la tienda por un pan relleno que comió caminando a la ciudad muerta, como era conoció unos de los barrios más peligrosos, se abrió la camisa dejando ver los tatuajes que siempre escondía, doblo las mangas y se alboroto el cabello, reviso si traía las cosas que siempre guardaba en su maleta para seguir en su camino. Después de unos locales llego al nuevo bar del lugar, con sus grandes luces de neón y el olor a tabaco y hierba, entró sin una pizca de timidez o miedo, pues amaba la sensación de lo desconocido y la adrenalina del no saber que pasara.

Después de chocar con algunas personas se acerco a la barra donde un lindo chico de cabello medio ondulados, tatuado del brazo, unos lindos aretes en la oreja y la más linda sonrisa, lo atendió.

—¿Qué te sirvo niño bonito? —dijo el barman —Eres nuevo por estos rumbos

—Sirveme lo más fuerte —sonrió —no digas eso, quiero parecer el rudo que viene todos los días

—Jaja, lo único rudo que tienes será la borrachera que te darás con este trago —le sirvió una combinación de cerveza, tequila y vodka —me llamo Kook

—Nuestros nombres terminan casi igual, soy YongBok —sonrió y bebió de golpe el contenido —otro Kook

—Vaya, el pollito no parece ser tan débil —se burlo en un coqueteo y le sirvió otra ronda para luego seguir con su trabajo.

Felix o “Yongbok” estaba observando el lugar para darse cuenta de donde se ubicaban los distribuidores, los cuales estaban por el baño y la puerta de salida de emergencia, le grito ahora su amigo Kook que iría al baño y camino con el retumbar de la música en sus oídos, el aroma a hierba y la sensación de adrenalina vibrando hasta en la punta de sus dedos, no sabía que droga compraría, por la cual consumía era la que Chan vendía la cual le decía que usará, esta vez no le importaba el dolor en el pecho era el suficiente pretexto para drogarse.

—Dos azules y 5 gramos —le indicó al chico quien sonrió de lado y sacó la mercancía

—Eres muy bonito para meterte tanta mierda —Felix solo encogió lo hombros y le dio el dinero para entrar al baño, donde entró uno de los cubículos más sucios en los que estaba, espacio todo sobre uno de sus libros de la universidad y lo aspiró todo, sintiendo como su nariz ardía y luego como su cerebro se entumía,  la punta de su lengua comenzó a sentir dormida y la energía parecía fluir al ritmo de la música como una vibración que recorrió su cuerpo haciéndolo sentir imparable, caminó dando bailecitos hasta llegar a donde estaba Kook y le pidió otro trago que pagó mientras todo parecía fluir en sueño.

Los pensamientos comenzaron a llegar, la cara de Jeongin, el beso a su prometido, el abrazo, se sintió dolido, luego recordaba las palabras de amor y las sonrías, las mentiras lo estaba ahogando, Jeongin lo estaba ahogando. Tomo el sobre y se tomo una pastilla, la cual tardaría un par de minutos en hacer efecto, por lo cual decidió tomar otro trago, a los 10 minutos Felix no estaba consciente de nada, solo sonreía y daba vueltas en la pista con los ojos cerrados.

—Kook, parece que tu nuevo amigo está muy drogado —dijo otro barman del lugar

—Si, aun me falta una media hora para que Kim me deje salir, así que esperare, ayúdame a cuidarlo de lejos.

El pecoso ya ni siquiera parecía alguien congruente, hasta que sintió un golpe que lo hizo sentir un dolor en el trasero fue cuando se dio cuenta que estaba en suelo mientras un hombre de fuerte cuerpo le gritaba, pero este no entendía ni una mierda, solo veía como le apuntaba, cuando recibió el primer golpe solo sonrió con la sangre recorriendole la barbilla, mientras el sabor metálico se posicionaba en su boca. Eso hizo enojar a su ahora agresor pero poco le importo, cuando deberia recibir el otro golpe cerró los ojos pero nada ocurrió, fue cuando vio a otro hombre mirarlo.

—Suéltalo —dijo el hombre —este chico esta tan drogado que ni matándolo creo que pueda reaccionar

—Tae, me ha mojado la ropa  —indicó el hombre

—Te la lavo —dijo Felix con una sonrisa con sangre.

—Cállate idiota —esta vez era Kook —oh bonito

—Kook llévalo a mi oficina mientras me encargo de esto —dijo el mayor mientras miraba al hombre —¿el costo?.

Felix apenas y podía caminar, cuando fue dejado en el sofá de piel de aquella pequeña oficina sin saber que estaba entrando al infierno.

——🔗——

Gracias por leer.

M. K.