•VigintiQuinque•

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Kook miraba Felix quien le sonreía de manera rara puesto aún estaba drogado aunque para Kook no dejaba de ser una linda sonrisa, ambos esperaban a Tae en aquella pequeña pero fría oficina

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Kook miraba Felix quien le sonreía de manera rara puesto aún estaba drogado aunque para Kook no dejaba de ser una linda sonrisa, ambos esperaban a Tae en aquella pequeña pero fría oficina.
El chico de los tatuajes conocía a Tae pues en un tiempo atrás fueron amigos de la infancia pero el destino los separo para llevarlos a un camino muy diferente, ahora Tae era alguien con poder mientras Kook era un simple barman que buscaba la manera de sacar adelante a su madre enferma, sin embargo el menor de los amigos estaba consciente de que Tae jamás haría algo o daría algo por calidad, no, él era un hombre de negocios y si podía sacar provecho de las circunstancias lo haría.

Tae abrió la puerta acomodándose su saco —ese hijo de puta me cobro 50 dolores por una camisa que no vale ni un dólar —gruñó mientras buscaba su caja de cigarros y colocarse uno en la boca.

Kook lo miro intentando anticipar lo que pasaría, odiaba que aquel amigo suyo se hubiera convertido casi en un desconocido para él.

—¿Tu nombre? —cuestionó el mayor colocándose frente a los chicos que lo miraron.

—YongBok —poco a poco las sustancias en el sistema de Felix comenzaban a bajar para su mala suerte —yo... te pagaré el dinero… tengo dinero en.. mi mochila

Una risa burlona se escucho y el pecoso miro a Tae quien lo miro con burla —Es que no solo es el dinero, es el caos que has provocado en mi bar

Kook observo a Tae comenzando a entender las cosas y aquello no le gustaba.

—Párate y date la vuelta —ordenó Tae.

Felix lo hizo y torpemente se giro para sentir la mirada penetrante del mayor, pero no se sintió incómodo, o si, explicarlo sería algo complicado ya que al final de todo, no era la primera vez que Felix se exponía a una situación así.

—Oh, –fue lo único que soltó el mayor quien sonrió de lado —Dime pequeño, ¿te gustan los juegos rudos?

—Tae, no —por fin hablo Kook —es casi un niño

—Un niño Kook, no me hagas reír, un niño no se mete todo lo que puede y se droga a ese punto, no seas hipócrita —el mayor volvió a mirar a Felix. —¿y bien?

—Tengo una buena tolerancia al dolor —fue su respuesta.

—Esto será divertido.

Kook sintió miedo ante la sonrisa de aquel que alguna vez fue su amigo.

Una sonrisa falsa, a un acto planeado.

——

Tres días habían pasado desde que Jeongin habló con Felix, este no había asistido y no contesto sus llamadas ni mensajes, algo que hizo sentirse extraño a Jeongin el cual no podía ir a preguntar por él porque al final ante todos ellos no eran ese tipo de amigos, eso lo frustró, hasta que apareció Felix con un aspecto extraño.

Espero a que el pecoso caminara por aquel pasillo donde estaba el salón el cual ocultaba sus encuentros, para tomarlo del brazo, jalandolo dentro para mirarlo con detalle.

—¿Dónde mierdas estabas? —en un gruñido bajo

—Por ahí —fue la respuesta del menor.

Jeongin observo aquellos ojos brillantes, opacos, aquella sonrisa apagada, aquella piel hermosa ahora era un papel seco y triste, las bolsas bajo sus ojos aunque fueran escondidas por el maquillaje aún se notaban.

—¿Qué pasó?, ¿alguien te hizo algo? —su voz cambió y la amenaza se volvió una suplica

—Lo siento —tomo el rostro de su amante para mirarlo —todo fue mi culpa —una sonrisa apareció.

Jeongin envolvió en un cálido abrazo aquel frágil cuerpo.

Era extraño sentirse de esa manera, aquella manera en la deseaba proteger aquel frágil ser en sus brazos, ambos habían comenzando un juego tóxico de dolor mutuo, ambos se dañaban de una manera u otra, Felix odiaba ser abandonado y Jeongin le temía a las relaciones afectivas, sin embargo por primera vez quería proteger algo incluso con su propia vida.

——🔗——

Felix entro al lujoso departamento de Minho el cual era muy sobrio, las cosas estaban acomodadas de un manera perfecta que hacía verse algo frío y no cálido, dio solo un par de pasos pero se detuvo, no quería invadir algo sin permiso, por lo cual espero a que los mayores entraran. Hyunjin como siempre despreocupado se sentó en el sofá dando un largo suspiro, por su parte Minho camino para golpear los pies del más alto quien los había colocado en la mesa de centro.

—Felix ponte cómodo, no te haremos nada —hablo Minho —iré a pedir que te traigan algo de ropa

—No por favor —Felix se apuro en hablar —no te molestes, mañana tomare un baño en mi casa

—No puedo permitir que duermas con esa ropa, es incomodo —volvió afirmar el mayor

—Por favor —fue casi una suplica —no quiero… tener más deudas contigo…

Los ojos de Minho se abrieron un poco mientras Hyunjin permaneció en silencio.

—Haz lo que quieras —se dio la vuelta para entrar a su habitación

Felix se sentó incómodo en el sofá mientras miraba algunas cosas, había cosas de lujo y creía que si rompía algo tendría una deuda que pasaría hasta sus hijos, pero entre todo eso, hubo una foto que lo hizo sentir como avispas golpear su estómago. Una foto de Jeongin.

Hyunjin noto como Felix cambiaba su expresión ante aquel retrato pero cuando quiso decir algo la puerta de la habitación del mayor se abrió —Hyunjin báñate, ahí te deje ropa

—Si señor —dijo con burla para caminar y entrar en la habitación, dejando a Felix con Minho.

Minho traía un pans holgado, con una camiseta que se ajustaba a su marcado cuerpo haciéndolo ver sumamente atractivo, mientras se secaba el cabello.

—Supongo que al menos cenaras —pronunció el mayor

—Debes creer que yo soy el culpable de la muerte de tu hermano —aquellas palabras agarraron desprevenido al mayor —y por eso pagaste mi deuda para tener respuestas

—¿Y las tendré? —cuestionó Minho mientras caminaba hasta Felix

—En su momento… aunque no se si sean las respuestas que esperas —miro a Minho —y te diré algo… tus creencias estan en lo correcto, yo soy el culpable de su muerte… yo mate a Jeongin…

——🔗——

Sin corregir.

M. K.

Drugs and revenge [FanFic - DanceRacha] 《JEONGLIX》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora