Drugs and revenge [FanFic - DanceRacha] 《JEONGLIX》

•Ultima pars una•

—Solo te pido que entretengas a Felix hasta que yo llegue hacia Tae.

          Jeongin caminaba hacia su casa, con un vacío en el pecho, con las entrañas revueltas, se tuvo que detener de golpe para vacía el contenido de su estómago, su mano aún tenía residuos de la sangre de JungKook, era poca pero ahí estaba como la marca del recuerdo de lo que había hecho.

—No entiendo aún, ¿por qué lo has hecho?.

          La llamada aun no había terminado,  Seungmin quien estaba en el auto camino hacía Felix, mientras Changbin manejaba, escuchando cada uno de aquellas palabras, era siempre su confidente y quien no lo juzgaba, sabía sus secretos y sobre todo sus sentimientos.

—Estoy muriendo, no creo que me quede mucho, sinceramente no necesito que me entiendas, solo deseo hacer pagar a quien lo daño.

—Felix es un adicto, sin importar que quites a todos los que lo dañan, terminaría en vuelta en problemas, porque es…

—Lo subió a una página porno —interrumpió —a una puta página, aunque no podía ver su rostro si su voz, ¿Qué querías que hiciera?, no me salgas con la mierda de que lo denunciara, con el dinero tu hermano ni siquiera hubiera pasado nada, a demás no creo que Felix hiciera algo, porque para él en su mente solo cree que lo obtiene es lo que se merece.

         Se detuvo frente a su casa, mirando lo grande y fría de esta.

—No lo sabía… aunque aún siento que eso le traerá problemas a Felix

—Yo me encargaré de todo, solo cuídalo.

—Jeongin piensa las cosas podrían huir, empezar de nuevo, juntos.

—Lo he soñado muchas veces, me visto a mi mismo tomado de la mano de Felix mientras ambos miramos la luna frente a la playa, pero estoy muriendo… quizá con suerte… en otra vida…

—Él te odiara

—Lo sé.

          Finalizó la llamada para entrar, paso por el jardín donde se lavo las manos con el agua de la fuente y en la tierra de jardín guardo la navaja, para luego ingresar dentro de esta, para así mirar a su madre en el sofá, por un momento pudo admirar su belleza y su grandiosa elegancia, se acercó con cautela para plantarle un beso en la mejilla.

—¡Jeongin! —grito la mujer —Niño me asustaste

—Perdón madre, ¿Qué haces?

—Leyendo un artículo que habla de Minho —dijo con una sonrisa orgullosa.
—Si vuelves a ser mi madre, ¿en esa vida estarías orgullosa de mí? —pensó —Ya veo, me voy, iré unos días con un amigo.

—Mnh.

         Apenas respondió su madre, corrió hacia su habitación donde colocó un poco de ropa en una maleta y alado de su cama estaba en un cajón con llave su diario. Lo tomó para leer algunas líneas, tomó la pluma que siempre usaba y entonces escribió.