Inmortales

Mara

La ciudad de Tokyo en dos mil veintisiete es bastante ajetreada, la historia se había visto alterada desde la revelación en marzo del dos mil once, donde el mundo ahora se dividía entre los creyentes y aquellos que piensan que los dioses son unos idiotas.

La historia de Touman y Bonten se convirtió en conocimiento general, parte de la historia que enseñaban en las escuelas, incluso empezaron un nueva "religión" en donde había tomado la antigua mansión a las afueras de Tokyo como la sede principal de cierta congregación, haciendo miles más pequeños en todo el mundo.

Por mucho que los otros religiosos dijeron, "adoran a criminales", los creyentes de esta comunidad dijeron, "idolatramos a algo que sabemos no nos menosprecia por ser humanos ni juegan con nuestro dolor, que prefirieron vivir la vida con nosotros que apostarla y divertirse a costa de nuestras dificultades y victorias"

La mansión de por si estaba llena de imágenes de cada uno de los ejecutivos, poniendo a Mikey, Takemichi y Kisaki como los lideres; esta también había sido una religión a la que acudieron las parejas de mismo sexo, como no hacerlo cuando entre el grupo había parejas gay; no se sentían que estaban haciendo algo mal y mucho menos que los juzgaran.

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Era una mañana de jueves las calles del centro de Tokyo estaban llenas, en especial la vía principal cuando una enorme sombra se cernió sobre la calle principal frente a la torre de Tokyo.

Las personas se espantaron al ver el enorme portal, y un grito colectivo llenó el lugar cuando vieron a un peliblanco caer con gracia en medio de la calle.

"¿Ese es Hajime Kokonoi?" _ el peliblanco frunció el ceño al escuchar su nombre.

"Si, es él; y el que acaba de caer a su lado es Inui Seishu" _ el par frunció el ceño al ver a las personas apuntar sus teléfonos a ellos, lo que aumentaba con cada uno que llegaba al lugar.

Los chicos fueron cayendo uno a uno, sorprendiendo a las personas por la llegada de Touman y Bonten.

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Takemichi frunció el ceño cuando una sensación de vació lo llenó, el pelinegro se mordió el labio cuando sintió las ganas de llorar y correr, el menor miró hacia los lados cuando sus pies tocaron el suelo ignorando los gemidos de sorpresas y las cámaras de lo móviles que empezaron a grabar y tomar fotos.

¿Dónde estamos? _ interrogó Izuku mirando el lugar.

Nuestro mundo original _ dijo Takemichi con el ceño fruncido aun mirando hacia los lados _ estamos en Tokio, Japón _ en ese momento llegaron patrullas de policía y rodearon el lugar haciendo que el grupo enarque una ceja.

Uno de los oficiales salió del lugar, Shino lo reconoció, al igual que el oficial reconoció a su antiguo compañero.

¿Shino Matsumoto? _ interrogó el oficial Shino lo miro.

Hola, Milo _ dijo Shino.

¿Lo conoces? _ interrogó Yamagishi a su esposo.

Kazushi, Cariño; te presento a mi mejor amigo cuando estuve en la policía de Tokyo, antes de que los bastardos me traicionaran y me tomaran como rata de laboratorio _ dijo el castaño poniendo su brazo sobre los hombros de su esposo.

Milo, Te presento a mi esposo, Kazushi Matsumoto, anteriormente Yamagishi _ dijo mirando al pelirrojo a su lado.

Volvieron _ dijo Milo, y luego frunció el ceño _ ¿Qué...?