C6: Reino Sirena

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Katsuki corría lo más rápido que podía hasta la cueva, esperaba que este ahí, no sabía cuánto tardaría Uraraka en despertarse, no la golpeó tan fuerte como para dejarla dormida tres días, en unos minutos ya estaría despierta, informaría lo sucedido y lo estarían buscando.

Necesitaba irse para ese entonces, tendrían que enconderse en algún otro reino para que no los encontrarán, sabía de sobra que había criaturas que solían esconderse en otros reinos, ellos solían ofrecer viviendas a algunos por unos días.

¿Pero a que reino ir exactamente?

El de las sirenas queda descartado, nunca las conoció pero por todo lo que contaron las odiaba.

El de los demonios de igual manera queda descartado, su suegro lo comería vivo si lo viera ahí. Los ogros también quedan descargados, les gusta aprovecharse de los omegas y las hadas viven cerca de ellos.

El único disponible es el de los humanos pero queda a seis días desde donde ellos están, tres si van volando.

En cuanto llego lo vio arriba de un caballo con un bolso en su espalda.

—¿Que mierda es eso?

—Pues, solo pusiste en tu carta "prepara todo para un viaje, vamos a escaparnos juntos" no me explica mucho, prepare todo y el caballo es para que escapemos más fácil.

—¿Te olvidas que soy un jodido dragón? Puedo llevarte fácilmente arriba mío.

—Si te estás escapando de algo es claro que será más llamativo un dragón en el cielo que un alfa en un caballo.

—Buen punto, usaremos a ese puto caballo para escapar.

—No le digas puto a mi caballo, cambiando de tema, ¿Dónde iremos?

—Es lo que no se, tenía pensado ir al mundo humano pero no sé.

—Soy amigo del principe, aunque ahora es el rey ya que tiene 20 años.

—¿Y se puede saber porque yo no lo sabía?

—Es que, fue de una manera vergonzosa el como nos conocimos, pero no hay tiempo, podemos ir si al reino humano.

—Luego hablaremos de eso, tenemos que buscar donde pasar la noche, robe algunas medicinas que nos ayudarán a ocultar nuestros olores pero aún así está cueva está llena de nuestro olores por lo que nos encontrarán fácil.

—Vayamos al reino sirena.

—¿Estás loco? No pisare ese lugar.

—Solo vamos a pasar la noche y luego nos iremos a la mañana, podemos ir y amenazar o hablar y pedir pasar la noche.

—No me fío de esos peces.

—Bien, lo haremos a la dura, amenazaremos y nos darán alojó, se que hay casas fuera del lago donde realmente viven, así no que habrá problemas.

—Esta bien.

Ambos subieron al caballo e Izuku se dirigió hacia la zona de las sirenas, iban en un trote algo rápido, si corrían, según Katsuki, los descubrirían.

—Insisto en que debí llevarte yo.

—Todas las sirenas morirán del susto cuando vean a un dragón en el cielo volando cerca de su zona, un caballo es menos llamativo.

—Tch, ¿Ahora me dirás de dónde mierda conoces al principito?

—Es una larga historia, dudo mucho que te guste y...

—Habla.

—Mi padre y el suyo querían que hubiera una alianza entre ambos reinos, por lo que, hace un año, nos juntaron a ambos para que... Tengamos sexo y un bebé. Pero él fue un caballero conmigo, me trató con delicadeza y me explico que él ya amaba a alguien más y que cuando sea rey le haría su reina, por lo que él arreglo todo y no me tuve que acostar con él, pero nos hicimos grandes amigos.

—Tch, ya no me apetece mucho ir al jodido reino humano.

—Kacchan, no seas celoso.

—Un jodido idiota casi tiene sexo contigo.

—Y tu estás casado con otra.

—Touche, pero para tu información, no estamos casado, no le di el "beso de amor eterno" lo único verdadero ahí es que soy el jodido líder del clan de los dragones.

—Ya entendí, esposo infiel.

—¡Oye!

El chico comenzo a reírse y noto desde lejos que ya estaban cerca.

—Preparate, voy a parar un poco antes e iremos a pie.

—Bien.

Cinco minutos después Izuku paro el caballo, ambos bajaron y él lo amarro a un árbol.

Caminaron con sigilo hasta llegar a una zona donde un gran largo era el centro de atracción, brilla gracias a la luz de la luna y por algunas luciérnagas, a su alrededor se encontraban mini chozas pero no había a la vista ninguna sirena.

—Ahi.--- Dijo en un susurro él.

—Dejamelo a mi.

Ambos se acercaron con sigilo hacia una muchacha de cabellera larga y verde, antes de que la chica reaccionara, Izuku se coloco detrás y puso una navaja en su cuello.

—No grites, no hables y si es posible no respires, no te haremos daño, solo queremos un lugar para pasar la noche.

—No había necesidad de pedirlo de aquella forma, Kero.

—Ah.--- Izuku aleja la navaja y le sonríe amablemente.--- ¿Podrías brindarnos un lugar para pasar la noche?

Katsuki lo miro sorprendido "y se supone que los demonios son desalmados y egoístas"

—Claro que si, soy Tsuyu Asui.

—Nosotros somos Midoriya Izuku y Bakugo Katsuki.

—Los líderes de los dragones y los demonios ¿Que los trae por aquí?

—Que te importa.

—¡K-Kacchan!--- Él miro mal al rubio detrás de suya.

—Debe ser una situación muy complicada como para explicarlo Kero, pero no sé preocupen, por aquí está mi morada.

—¿Y que mierda quieres a cambio?

—¿Disculpa? Kero.

—Las sirenas son avariciosas, ayudan a otras especies a cambio de algo, sexo, pieles, sangre o cualquier otra mierda.

—Yo no soy así, solo me gusta ayudar Kero. Aquí pueden descansar y marcharse cuando quieran pero les recomiendo no salir de día, muchos están afuera del agua y les podrían hacer algo.

Tsuyu sin más se marchó dejando a la pareja sola.

—¿Crees que está sea una buena idea?

—Claro que si Kacchan, solo pasaremos la noche y luego a primera hora nos iremos.

—Mas te vale aunque no se que es peor estar aquí o con tu amigo.

—Ya supéralo, de seguro ya debe estar casado con el amor de su vida.

—Y nosotros en un futuro también nos casaremos y tendremos todo un ejército de cachorros.

—Eso espero.

Katsuki se acerca a él y lo abraza con fuerza.

—Ese es el futuro que quiero para ambos.--- dijo en un susurro dándole un beso en la cien.

Los rumores dicen que el verdadero reino de las sirenas se encuentra debajo del lago y todo aquel que se atrevió a ver si el rumor es verdad no vivió para contarlo.

Dos Mundos, Un Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora