dive into you [kooktae]

13

“¿Jungkook? ¿Estás bien?” Taehyung ladea la cabeza, observándolo con confusión.

El azabache pestañea repetidamente, tratando de enfocar la vista a través de la lluvia. Taehyung, como siempre, está vestido con ropa ancha y suave, y su pelo rubio brilla bajo la luz tenue de las bombillas amarillentas de las farolas de los alrededores de la universidad.

Finalmente, Jungkook se aclara la garganta bajo la mirada curiosa del rubio.

“Hey.” murmura apenas “Hola. Sí. Estoy perfectamente ¿Y tú?” balbucea, no pudiendo evitar sentirse un poco ridículo.

Taehyung suelta una pequeña risita en respuesta a la actitud del azabache “Estoy bien, gracias.” dice con incredulidad “¿Qué haces aquí? Estás empapado.” observa, a la vez que tira de su brazo para resguardarlo bajo la cornisa de la entrada del edificio, justo a su lado. El calor que desprenden sus dedos contrasta con el frío helado de Jungkook, y un escalofrío le recorre la espalda.

“He salido a correr. No sabía que iba a llover.” dice, con vergüenza. Se siente como un niño pequeño dando explicaciones acerca de una travesura que ha cometido.

Taehyung frunce el ceño con preocupación, apretando una de sus manos entre  las suyas. Jungkook siente que se le va a salir el corazón.

“Estás helado. Te vas a enfermar.” murmura, casi regañándolo. A decir verdad, ni siquiera es problema suyo.

Pero Jeon está frente a él, empapado y con cara de perrito herido, y Kim se sentiría una persona horrible si decidiese simplemente dejarlo y marcharse. Quizás, Jungkook está empezando a caerle mejor de lo que le gustaría. A decir verdad, nunca piensa admitirlo.

“Taehyung, estoy bien.” trata de replicar el azabache. No es que le disguste la atención que está recibiendo del rubio, pero no quiere molestarlo y que termine odiándolo más de lo que ya lo hace. Además, ni siquiera es para tanto. Ni siquiera es la primera vez que acaba empapado después de salir a correr, y hay muchas posibilidades de que tampoco sea la última.

“Cállate.” lo corta Kim con una mirada severa, regañandolo de nuevo. Jungkook obedece al instante, mientras Taehyung se relame los labios “Tengo el coche aparcado en la acera de enfrente. Espérame aquí.” ordena, con la intención de marcharse hacia el vehículo. Jungkook lo retiene agarrándolo de la manga de su chaqueta cuando apenas había puesto un pie en la acera, impidiendo que se mueva.

“Te voy a empapar la tapicería, Taehyung.” advierte, y Kim se encoge de hombros con una sonrisa burlona.

“Ese coche tiene más años que yo, Jungkook. No puedes dejarlo peor de lo que ya está.” le asegura, y Jungkook no tiene tiempo de rechistar antes de que Taehyung eche a correr, cruzando la carretera y llegando hasta el vehículo.

Jungkook permanece ahí de pie, sin saber muy bien cómo ha llegado a esa situación hasta que el coche de Taehyung se aparca frente a él, y ante la falta de movimiento del azabache, el rubio baja la ventanilla para preguntar:

“¿Subes o qué?” inquiere, con una ceja alzada y una sonrisa.

El azabache simplemente asiente con la cabeza, obedeciendo y colocándose en el asiento del copiloto. Puede sentir los goterones de agua resbalándole por la piel, y la ropa mojada pegándole al cuerpo. Pero, también siente el aroma de Taehyung en el aire, el olor de su colonia que se cuela en sus fosas nasales, dejándolo levemente desorientado.

Taehyung se revuelve en el asiento, buscando algo en la parte trasera del vehículo. Segundos después, aparece con una manta de color beige frente a los ojos del azabache.

“¡Ajá! Sabía que estaba por aquí.” sonríe triunfal, tendiéndosela a Jeon “Toma, tápate. Estás tiritando.” ordena, y Jungkook ni siquiera habría reparado en el hecho de que, efectivamente, está tiritando de forma nada sutil.