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El lunes, Junkgook no aparece por la universidad.

En toda la mañana, Taehyung no es capaz de encontrarlo. Estaba completamente decidido a hablar con él, a aclarar las cosas entre ellos. Pero parece que el universo conspira en su contra, y quiere permitirle que lo haga.

Después de recorrer cada centímetro del campus y no encontrar ni rastro del azabache, finalmente termina preguntándole a San cuando este se acerca a saludar a Wooyoung en el pasillo.

La respuesta, sin duda, le decepciona. Jungkook tenía unas pruebas médicas relacionadas con una lesión en el hombro que tuvo el verano pasado, así que se ha saltado las clases para atender.

No poder encararlo el lunes, hace que la confianza y decisión de Taehyung se debilite; y el martes, cuando lo ve en el pasillo, cambia de dirección. Se marcha con el corazón en la boca, como si se enfrentase a la mayor de sus pesadillas. A decir verdad, hablar de lo que siente nunca le ha gustado mucho, así que técnicamente lo es.

Decide simplemente que es mejor aplazarlo hasta por la tarde, porque Jungkook tiene que cerrar la piscina y estará solo, lo que le otorga a Taehyung un momento de paz para que puedan hablar con tranquilidad.

En realidad, estar a solas con Jungkook de nuevo le hace tener mariposas en el estómago. Lo cual es una completa tontería, porque ha estado a solas con él decenas de veces.

Aún así, cuando emprende el camino hacia la piscina el martes por la tarde, tiene esa sensación en el pecho a la cual no sabe ponerle nombre. Ese sentimiento a medio camino entre la anticipación y la ansiedad, el mismo que siente cuando tiene que hablar en público, o cuando Jimin se lesionó hace un par de años y los médicos no sabían si podría volver a bailar sin problemas.

Siente una especie de deja vu cuando no ve a Jungkook por ningún lado, y comienza a acercarse a la puerta del vestuario.

Toma una bocanada de aire antes de golpear con los nudillos de su mano derecha la superficie, tratando de evitarse la vergüenza de volver a encontrar al azabache a medio vestir.

La voz de Jungkook suena al otro lado de la puerta, pronunciando un "Adelante." que hace que a Taehyung se le suba el corazón a la boca.

Al parecer, es inútil que llame a la puerta o no, porque Jungkook debe tener una especie de fijación con pasearse por la vida sin parte de su ropa; así que cuando sus ojos se cruzan con los de Taehyung, este hace un esfuerzo para no recorrer con la vista su torso desnudo.

"Ah, eres tú." murmura el azabache, apartando la mirada para dedicarse a guardar algunas cosas en su bolsa.

Taehyung, después de quedarse un par de segundos allí parado sin saber qué hacer, reúne el valor para hablar por fin.

"Quería... Hablar contigo." farfulla, aclarándose la garganta con nerviosismo.

Jungkook suelta una risa irónica, todavía sin mirarlo "Así que ahora quieres hablar." dice, y Taehyung se siente completamente intimidado ante su tono de voz. Ahora entiende por qué San y Mingi tratan de evitar ponerlo de mal humor "Yo también he querido hablar contigo. Durante toda la semana pasada. Y te has dedicado a ignorarme completamente sin ningún tipo de razón." sus ojos oscuros centellean con rabia, clavándose en los de Taehyung.

"¡Lo siento! ¡Tenía miedo! ¡Estaba aterrorizado! Yo..." chilla Taehyung, y las palabras se le atascan en la garganta "Sé que para ti todo esto no significa nada, pero yo... Yo no estoy acostumbrado a lidiar con estas cosas y... Me asusté." murmura, siendo totalmente incapaz de mirarlo.

Jungkook lo mira con confusión "¿Qué es exactamente lo que no significa nada para mí?" pregunta, visiblemente ofendido.

"Yo. El beso. Sé que tú estás acostumbrado a eso. Pero yo nunca me había sentido así." habla Taehyung atropelladamente. Esto de hablar de sus sentimientos se le está haciendo más difícil de lo que pensaba.

dive into you [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora