dive into you [kooktae]

26

Al parecer Jungkook se ha esforzado más de lo que creía en planear su cita, porque cuando llega a la piscina algunas horas después, San y Mingi lo esperan en la puerta, como si estuviesen custodiándola. Cuando Taehyung intenta pasar, ambos se lo impiden, colocándome delante para obstruirle el paso.

"Lo siento, Taehyung. Tenemos órdenes estrictas de vendarte los ojos." le dice Mingi, mientras que San le enseña la venda que lleva entre las manos.

Taehyung arquea una ceja mientras se cruza de brazos, con una expresión divertida " Ya... Y, ¿podría hablar con vuestro supervisor?" dice, siguiéndoles el juego.

Ambos amigos se quedan de piedra, mirándose entre ellos sin saber muy bien qué hacer. Cuando le dijeron a Jungkook que le ayudarían a distraer a Taehyung mientras él terminaba de preparar todo, no pensaron que el rubio fuese a oponer resistencia.

"Esto... Está dentro." balbucea Mingi, sin saber muy bien que decir ¿Qué se supone que está haciendo Jungkook ahí dentro y por qué tarda tanto?

"Exacto. Y solo puedes entrar si te vendamos los ojos." trata de ayudar San, mientras que Taehyung se lo pasa en grande viendo como ambos tratan de encontrar la forma de que acceda. En realidad, pensaba obedecer desde el principio, pero quería hacerles sufrir un rato primero.

Después de permanecer unos segundos en silencio para añadirle dramatismo al asunto mientras que San y Mingi se muestran más tensos a cada segundo que pasa, Taehyung se encoge de hombros inocentemente.

"Está bien. Haced lo que tengáis que hacer." dice simplemente, y ambos chicos sueltan un suspiro de puro alivio.

San le coloca la venda mientras que Mingi permanece al lado de la puerta, sujetándola para que Taehyung, que no puede ver absolutamente nada, pase a través de ella sin ningún problema.

"¿Qué haces toqueteando a mi chico, San?" la voz de Jungkook llega hasta sus oídos, sacándole una sonrisa. San, a su lado, se sobresalta visiblemente, dando un pequeño brinco mientras que Mingi suelta una risita.

"¡Jungkook, coño! ¡Qué susto, joder!" dice, separándose de Taehyung y llevándose la mano al pecho por el sobresalto. Maldita la hora en que Mingi y él aceptaron ayudarle.

Jungkook se carcajea, y camina hasta Taehyung "Ya podéis iros chicos, de esta parte me encargo yo." les dice, y Taehyung siente la cercanía en su voz. No debe de estar a más de medio metro de él, y le sube por el estómago una mezcla de adrenalina e impaciencia.

"Portaos bien y volved a casa temprano." les dice Mingi, mientras que San se despide con un gesto de cabeza.

Taehyung, que no es capaz de ver nada, pronuncia un "Adiós, chicos" al aire. Jungkook, por su parte, rueda los ojos mientras que espera a que ambos estén a solas por fin.

Cuando el sonido de la puerta indica que San y Mingi se han marchado, Taehyung no tiene tiempo a pedirle al azabache que le saque la venda de los ojos cuando este enrolla sus manos en su cintura, acercándolo a él.

El rubio busca el cuerpo del pelinegro a tientas con sus manos, terminando por apoyarlas en sus hombros. Jungkook lo besa lento, como si tuviesen todo el tiempo del mundo, y Taehyung tiene que impulsarse ligeramente sobre sus puntillas para llegar a su altura.

El azabache afianza el agarre en su cintura para estabilizarlo, mientras que el rubio desplaza sus manos hasta enredarlas en sus hebras oscuras.

Taehyung ni siquiera se da cuenta de cuando el pelinegro le desata la venda de los ojos y la deja caer. Está tan ocupado besándolo, que es lo último en lo que piensa.

Jungkook se separa, y el rubio abre los ojos ligeramente aturdido. Cuando mira a su alrededor, siente que debe de estar soñando.

Jeon se ha dedicado a colocar velas por todas las gradas, para dar un ambiente más romántico. Y, junto a la piscina, hay extendida una manta de picnic con una cesta de mimbre en el centro. No es lo más elaborado del mundo, pero es adorable. Que Jungkook se haya molestado en prepararlo cuando podrían simplemente haber pasado la tarde en la piscina como cualquier otro día, hace que Taehyung sonría en grande.