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En los últimos meses, han cambiado muchas cosas.

Taehyung ya no rehuye a Jungkook, sino que ahora es su novio. Mingi ya no se lamenta todos los días de que Hongjoong no le haga caso, y ahora está saliendo con él. San está saliendo con Wooyoung a pesar de su completa falta de encanto.

Pero, también hay cosas que nunca cambian. Jimin, por ejemplo, sigue igual de soltero que siempre.

Pero, además de eso, Taehyung continúa yendo a la piscina de la universidad dos días por semana. Se reúne con Jungkook, charlan, el rubio dibuja un rato mientras el azabache lo observa, Jeon termina de recoger la piscina y finalmente se marcha. Lo mismo que llevan haciendo meses, solo que ahora también se besan. Y hablan de forma más abierta. A Taehyung le encanta avergonzar a Jungkook preguntándole sobre sus sentimientos hacia él, y el azabache con tal de ver a Kim sonreír, contesta a absolutamente todas.

En realidad, llevaba tanto tiempo callado que ahora le resulta casi un alivio poder soltarlo todo. Poder recordarle a Taehyung a cada instante todo lo que siente por él, con completa libertad.

Y es que, al final, el que resulta avergonzado casi siempre es el rubio. Cuando Jungkook empieza a hablar de su sonrisa, de lo mucho que le gusta la forma en que sus ojos brillan mientras pinta, en lo adorable que se ve su cabello rubio ligeramente despeinado por el viento, en lo distintivas que son sus atrevidas combinaciones de colores; Taehyung siente que el rubor le sube rápidamente a las mejillas. Él no está acostumbrado a recibir tantos cumplidos, y a veces se le hacen demasiado abrumadores.

"¡Venga ya! ¡Te lo estás inventando para avergonzarme!" se queja Taehyung, mientras empuja levemente a Jungkook, que no deja de sonreír.

Ambos están sentados en las gradas, y el azabache le cuenta animadamente como, después de la primera vez que se vieron, se le paró el corazón por completo cuando volvió a verlo por el pasillo. Taehyung llevaba una chaqueta tejida a mano de varios colores, y era imposible no fijarse en él. O al menos para Jungkook, que se había quedado petrificado en medio del pasillo, como si hubiese visto un fantasma. En realidad, ahora que lo piensa, sería más acertado decir que había visto a un ángel. Y es que, Taehyung realmente se parecía a uno. Parecía caído del cielo sin duda, y Jungkook supo en ese instante que ese chico le traería muchos quebraderos de cabeza en el futuro. Pero, a decir verdad, estaba completamente dispuesto a correr el riesgo.

"¡Lo digo en serio! Mingi tuvo que pegarme un grito para que volviese a la Tierra. Me había quedado embobado." dice Jungkook con una sonrisita. Agradece que el pelo le cubra las orejas, porque está seguro de que las tiene completamente coloradas "La verdad es que ahora también me pasa. No puedo evitarlo, son cosas de estar enamorado." dice, encogiéndose de hombros como si verdaderamente no fuese gran cosa.

Al fin y al cabo, ha tenido mucho más tiempo que Taehyung para digerir sus sentimientos y amoldarse a ellos. Al rubio, en cambio, estas cosas todavía lo pillan por sorpresa.

"¡No digas esas cosas!" chilla Taehyung, completamente avergonzado mientras se tapa la cara entre las manos en un intento de cubrir su notable sonrojo.

Jungkook cubre sus manos con las propias, apartándolas de su cara mientras que trata de reprimir una sonrisa mordiéndose el labio "Es la verdad. Estoy enamoradísimo de ti." le dice, y Taehyung traga saliva. Los ojos oscuros de Jungkook lo miran directamente, sin ningún tipo de secreto ni tapujo, y parecen contener una galaxia entera.

A Taehyung nunca se le han dado bien estas cosas. Siempre le ha costado hablar de lo que siente, de lo que significan para él las personas. Pero, en ese instante, tiene tan claro que está enamorado de Jeon Jungkook que cree que si no se lo dice va a explotar. Parece un sentimiento tan grande que el rubio estará seguro de que le comerá por dentro si no lo deja salir.

dive into you [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora