dive into you [kooktae]

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Desde que era un niño, Taehyung siempre ha sido muy observador. Especialmente, siempre le ha fascinado la forma tan rara que tiene el tiempo de pasar ante nuestros ojos. Con el pasar de los años, ha comprobado que se trata de algo fascinante.

Su primer año de carrera fue eterno. Los días se alargaban inmensamente, y los meses parecían no llegar a su fin. Se supone que el cambio a la universidad es uno de los momentos más emocionantes de la vida adulta, pero para Taehyung fue de lo más aburrido. No había ni una sola cosa en su vida fuera de lo normal, y lo único que le preocupaba era adaptarse a su nueva rutina.

Para su segundo año, el tiempo empezaba a pasar más deprisa. Quizás era el hecho de que ya se había familiarizado con una ciudad, o que la universidad parecía mucho más pequeña ahora que se había parado a estudiarla. Fuera como fuese, ahora los días pasaban más rápido. Taehyung lo tenía todo bajo su control, y podía pararse a disfrutar de la experiencia.

La monotonía del tercer año fue una especie de descanso prolongado enviado por el universo, como si tratase de avisarle de todo lo que se le venía encima en su último curso en la universidad. Como cuando estaban en el instituto, y Jimin aprovechaba para dormir tantas horas como podía antes de la temporada de exámenes, porque era consciente de que para entonces se pasaría las noches en vela estudiando.

Ahora que su último año está a punto de terminar, el inicio del curso parece tan lejano que el rubio siente que lo vivió hace siglos. El Taehyung de aquel entonces parece una versión completamente distinta de sí mismo. Un hermano gemelo de un universo paralelo. Resulta casi vertiginoso pensar que, en realidad, solo han pasado unos cuantos meses desde entonces.

Taehyung ha cambiado. Jimin ha cambiado. Hongjoong ha cambiado. Wooyoung ha cambiado. Todos ellos han cambiado. Taehyung no podría estar más contento de ello.

Todos esos cambios han hecho que Taehyung se encuentre donde está ahora. Concretamente, en la piscina de la universidad, con Jungkook sentado a su lado. Se trata, probablemente, del último día que vaya a estar allí. Después del entrenamiento del martes, la piscina quedará oficialmente desierta hasta el próximo curso, y ni Taehyung ni Jungkook estarán allí para ver el inicio de la temporada. Como el lugar tiene un considerable valor sentimental para ambos, Jungkook ha decidido pasar una última tarde allí, en compañía de Taehyung. Le debe demasiado a esa piscina como para marcharse sin más.

"¿Quieres que te deje solo un rato?" pregunta Taehyung, sentado junto al azabache en su banco de siempre.

Jungkook esboza una sonrisa triste, con la mirada clavada en el agua "Para nada. Quiero que estés aquí." le asegura, girando la cabeza para mirarlo "Es que no puedo creerme que no vaya a volver a nadar aquí." murmura, con el ceño fruncido. Taehyung comprende el sentimiento. Esa piscina es como su segunda casa. Él no ha pasado ni la mitad de tiempo allí que Jungkook, y aún así siente que va a echarla de menos.

"La universidad es quien sale peor parada, créeme. Van a perder a su mejor nadador." le asegura Taehyung. Jungkook alza una ceja con burla, girándose a mirarlo.

"Vaya... ¿Dónde quedaron esos días de 'Ni en tus mejores sueños yo sería tu admirador, Capitán.'?" se burla el azabache imitando al rubio; y Taehyung le propina un golpe en el hombro, dándole una mala mirada en respuesta.

"Mira que eres imbécil." gruñe, mientras Jungkook contiene la risa. En realidad, el propio Taehyung tiene que esforzarse para que una sonrisa no resbale por las comisuras de sus labios.

"Ciertamente. Pero sales con este imbécil, así que algo bueno debo de tener." afirma, encogiéndose de hombros.

Taehyung lo recorre con la mirada. Desde sus hebras oscuras que le enmarcan perfectamente el rostro hasta su espalda ancha, pasando por el perfil de su nariz y el lunar que tiene bajo los labios. El filo de su mandíbula es casi hipnotizante, y sus enormes ojos marrones lo hacen derretirse por dentro.