dive into you [kooktae]

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Jungkook se considera, para sorpresa de muchos, una persona bastante introvertida.

A menudo siente que hay dos versiones de sí mismo: el Jungkook tranquilo y vergonzoso que pocas veces sale a la luz, y la otra faceta que ha diseñado para mostrar al mundo. Sociable, cordial y amistoso.

Ha pasado tantos años entrenando esta última, que la otra parece haberse desvanecido. Ser tímido no es algo que pueda permitirse cuando se pasa el día rodeado de gente.

En ese aspecto, San y él no son nada distintos. Choi es quizás algo más extrovertido que él por naturaleza, aunque quizás es simplemente que no tiene ningún tipo de reparo a la hora de decir todo lo que piensa. Donde Jungkook es complaciente, San es crítico. Su personalidad es completamente distinta a la de Jeon, y aún así, el azabache no puede evitar encontrar siempre alguna similitud.

Mingi, por su lado, es completamente un caso aparte. Extrovertido a más no poder y directo como él solo, se atreve sin pensarlo a todo aquello para lo que Jungkook necesitaría semanas de reflexión.

Mientras que San es un extremo, Mingi es justamente el contrario. Jungkook, por su parte, se encuentra a medio camino entre ambos: ni gruñón como San ni radiante como Mingi. Simplemente normal. A veces, puede que incluso un poco aburrido. Algo histérico. Maniático. Puede que también ligeramente malhumorado.

Es quizás por eso que sus dos amigos son mucho mejores en cuanto a cortejar se refiere. Jungkook está sin duda en desventaja.

"Mingi, te agradecería bastante si dejases de reírte en mi puta cara." bufa Jungkook con una mirada cargada de odio, mientras que Song se limpia una lágrima imaginaria mientras que trata de calmarse.

"¡Es que es buenísimo, tío!" exclama, mientras que San trata de contener la risa también de forma más disimulada. Al parecer, ambos encuentran excesivamente cómicas las pocas habilidades de Jungkook en cuanto a ligar se refiere.

"Joder, Jungkook. Es que ya te vale..." se excusa Mingi, mientras en mencionado sigue con una mueca de indignación plasmada en el rostro "La cara que se le debió quedar a Taehyung…" vuelve a carcajearse de nuevo, y Jeon le lanza una almohada como venganza.

Desde que Taehyung entró el otro día al vestuario mientras se cambiaba, Jungkook no ha dejado de pensar en ello. No ha dejado de pensar en sus mejillas sonrojadas. En su leve tartamudeo al dirigirse a él. En la forma en que no era capaz de mirarlo a los ojos.

Se dejó llevar. Quizás era demasiado pronto como para empezar a hacerle ese tipo de bromas. Al fin y al cabo, ha pasado muy poco tiempo desde que Taehyung dejó de mirarlo como si fuese la peor persona en pisar la faz de la Tierra. Están empezando a ser amigos, y Jungkook tiene la sensación de haber acelerado demasiado las cosas. Pero, cuando se trata de Kim, no tiene ningún tipo de control.

Y, como San y Mingi lo conocen demasiado como apra saber cuando tiene algo en la cabeza que no le permite funcionar correctamente, Jungkook ha terminado por rendirse y contárselo. Después de las burlas que está recibiendo, no tiene claro que se haya tratado de su mejor idea.

"Mucho te ríes, Mingi." por primera vez en tanto tiempo que Jungkook ha perdido la cuenta, San decide salir en defensa del azabache "¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Hongjoong?" inquiere con una ceja en alto, y Mingi palidece al instante.

"Ya no te ríes tanto, ¿eh?" se burla Jungkook, cruzándose de brazos con una mueca triunfal. Aprecia enormemente el hecho de que, por fin, sus fracasos amorosos hayan dejado de ser el centro de atención. Pretende hacer todo lo posible para que la situación se prolongue todo lo que sea posible, o por lo menos hasta que Mingi y San se olviden de ello.