Esmeralda:
Los nervios se apoderaban de mí mientras me preparaba para enfrentar las preguntas que podrían surgir.
—¿Qué podrían preguntarme? — pensaba una y otra vez, tratando de anticiparme a cualquier escenario posible.
Finalmente, llegó el momento en que me pidieron que mostrara mi outfit. Con cautela, comencé a describirlo.
—La chaqueta de Tom... — mis palabras se detuvieron, ¿cómo podía explicar la extraña conexión que tenía con esa prenda? Traté de desviar la atención, mencionando otros elementos de mi vestuario.
"Intentaré no hablar tanto de la chaqueta, aunque no creo que la reconozcan", pensé para mí misma, tratando de ocultar la emoción que sentía al usarla.
—No sabía decirte cuánto costó todo mi outfit" — respondí con cierta incomodidad. —Yo no soy quien prepara el vestuario —, agregué, tratando de desviar la atención de la pregunta sobre la chaqueta.
A medida que avanzaba la entrevista, me pidieron que modelara para el público. Con nerviosismo, me levanté y comencé a caminar, sintiendo la mirada de todos sobre mí. Los aplausos me reconfortaron, pero también aumentaron mi ansiedad.
—¡Ese outfit te queda genial, Esmeralda! —, alguien exclamó desde la multitud, elogios que me hicieron sonreír agradecida.
—Aparte del vestido, la chaqueta hace que se vea aún mejor —, murmuré para mí misma, apenas audible sobre el ruido de fondo.
Entonces, una voz desconocida interrumpió el bullicio. La gente comenzó a murmurar, confundida por la misteriosa intervención. ¿Quién era esa persona y por qué mencionaba a Tom Kaulitz, el guitarrista de Tokio Hotel?
La aparición repentina de Tom a mi lado solo aumentó mi desconcierto. "¿Cómo se respiraba?" me pregunté, sintiendo cómo los escalofríos recorrían mi cuerpo. ¿Qué estaba pasando realmente?
La confusión se intensificó cuando el conductor sugirió que Tom y yo podríamos ser más que amigos. Traté de disipar los rumores, pero la presión aumentaba con cada palabra que pronunciaba.
Finalmente, la dinámica propuesta por el conductor nos llevó a una situación aún más comprometedora. La audiencia tenía la oportunidad de hacernos preguntas directas, y la tensión en el aire era palpable.
—No somos novios —, afirmé con firmeza, aunque el brazo de Tom rodeando mis hombros sugería lo contrario. ¿Cómo podría explicar esta situación tan confusa?
Con cada paso que dábamos hacia el sofá para continuar con la dinámica, sentía cómo mi corazón latía con fuerza.
¿Qué más podría surgir de esta entrevista aparentemente inofensiva?
El conductor, con una sonrisa pícara, parecía disfrutar de cada momento incómodo que surgía en la entrevista. Sentí un nudo en el estómago mientras nos dirigíamos hacia el sofá para continuar con la dinámica propuesta. Los flashes de las cámaras y los murmullos de la multitud añadían presión a una situación ya de por sí tensa.
Tom y yo nos sentamos uno al lado del otro, tratando de mantener la compostura frente a la audiencia expectante. A mi lado, Tom parecía tranquilo y seguro de sí mismo, como si estuviera acostumbrado a estar bajo el escrutinio público. Sus ojos brillaban con una chispa de diversión, como si estuviera disfrutando del caos que se estaba desarrollando a nuestro alrededor.
El conductor explicó la dinámica una vez más, anunciando que serían los miembros del público quienes harían las preguntas esta vez. La tensión en el aire era palpable mientras esperábamos las primeras preguntas.
Una joven levantó la mano entre la multitud y fue seleccionada para hacer la primera pregunta.
—¿Ustedes son pareja? — preguntó con curiosidad, sus ojos brillando con anticipación.
Tom y yo intercambiamos una mirada rápida antes de que él respondiera con su típica sonrisa encantadora.
—Somos muy buenos amigos —, dijo con calma, —pero apenas nos estamos conociendo —. Traté de ocultar mi nerviosismo con una sonrisa, asintiendo en acuerdo con las palabras de Tom.
Sin embargo, las preguntas continuaron llegando, cada una más directa que la anterior.
—¿Les molesta que la gente los relacione sentimentalmente? — preguntó otra persona del público, sus ojos fijos en nosotros con curiosidad.
Tom respondió primero, con una serenidad que me sorprendió. —No me molesta en absoluto —, dijo con sinceridad, —pero es importante considerar los sentimientos de Esmeralda. Si a ella le molesta, preferiría que no lo hicieran.
Mis mejillas se calentaron ante la atención repentina, pero asentí en acuerdo con las palabras de Tom. —No tengo problema con ello —, dije con voz firme, aunque mi corazón latía con fuerza.
—Pero sí prefiero que seamos honestos sobre nuestra relación, sea lo que sea que esté sucediendo entre nosotros.
El silencio que siguió fue ensordecedor, y por un momento me pregunté si había dicho algo incorrecto. Pero luego la multitud estalló en aplausos, reconociendo nuestra honestidad y vulnerabilidad.
Tom y yo intercambiamos una mirada de complicidad, reconociendo el momento significativo que acabábamos de compartir frente a una audiencia en vivo. A pesar de los nervios y la incertidumbre, nos sentimos más cerca el uno del otro que nunca antes. Y eso, al menos por ahora, era suficiente.
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Disfruten mucho este capítulo qué me gustó ❤️
Sigooo? <3
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¡𝙉𝙤 𝙨𝙤𝙢𝙤𝙨 𝙉𝙊𝙑𝙄𝙊𝙎! // 𝘛𝘖𝘔 𝘒𝘈𝘜𝘓𝘐𝘛𝘡
Фанфик"Un dia sabras por que guarde silencio cuando tuve que gritar. Por que tu felicidad llego a ser mas importante que la mía o por que te dije adiós cuando moria por quedarme. Un dia sabras que te quise como se quiere pocas veces en la vida"