¡𝙉𝙤 𝙨𝙤𝙢𝙤𝙨 𝙉𝙊𝙑𝙄𝙊𝙎! // 𝘛𝘖𝘔 𝘒𝘈𝘜𝘓𝘐𝘛𝘡

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Se me han ido, y lamentablemente no puedo ir detrás de ustedes...

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Narrador Omnisciente.

¿Quién diría que esté sería el final de esta historia? 

Justo al mismo tiempo estaban ocurriendo dos momentos difíciles para los integrantes de la banda "Tokio Hotel", para empezar estaba pasando el funeral del guitarrista Tom kaulitz quien había muerto horas después de aquel accidente a largos kilómetros de donde se velaba el cuerpo de su ex pareja.

Aunque también estaba ocurriendo el entierro de Esmeralda, los chicos no pudieron asistir, pero habían mandado unos cuantos arreglos de flores para quien fue su amiga cercana. Aunque en ambas situaciones solo se encontraban personas cercanas a los fallecidos, los medios no tardaron en enterarse y mandaron a los periodistas a sacar "la nota", no les importaba el dolor que podrían estar pasando los familiares.

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En el funeral

En ese lugar solo se encontraban los chicos de la banda y algún que otro familiar, había sido tan rápido e inesperado el fallecimiento del de trenzas que para unas personas fue imposible llegar, aunque los funerales están acostumbrados a durar una larga cantidad de horas este era lo contrario, no tardarían en enterrarse.

-¿Por qué me dejaste?- Pregunto Bill, justo al lado del ataúd de su gemelo, si preguntas, se notaba que estaba destrozado, sus ojos rojos e hinchados, su voz estaba completamente rota, llevaba horas sin ingerir algún alimento o bebida, su cuerpo se veía tembloroso y cansado.

-Debes ser fuerte Bill, debes hacerlo por Tom, estoy seguro que a el no le hubiera gustado verte asi- Comento Gustav mientras movia su mano en la espalda de su amigo en forma de apoyo, o al menos hacerle saber que no estaba solo.

-Es tan difícil decirlo, pero solo yo sé cómo se está sintiendo, solo a mí me duele el pecho y el estómago, la gente no se da cuenta de que perdí a mi otra mitad, ahora me siento incompleto- Respondió el gemelo mientras veía el cuerpo de su hermano dentro el ataúd. -Llévame contigo, pero no me dejes solo, prometiste que siempre estaríamos juntos-.

-Bill ya finalizo el entierro de Esmeralda, ahora es momento de despedirse- Comento Georg mientras miraba el ataúd, su mirada se veía de alguna manera rota, era difícil entender que la persona con la que compartiste tantos años de amistad, ya no estaría más.

-Sé que esto no es un adiós, pero duele como si lo fuera, no quiero ni imaginarme cuanto dolerá mañana al no verte en la casa, al no escuchar como te llegas a reír a carcajadas por la mínima cosa, por no sentir tus manos encima de las mías en un intento de tranquilizarme, ya nada será lo mismo, parece que esta es una pesadilla de la cual quiero salir corriendo, pero estoy encadenado- Se despidió Bill mientras se alejaba de donde se encontraba el cuerpo de su hermano.

-¿Dónde vas?- Le pregunto Georg al ver como se alejaba de ellos.

-Necesito echarme un poco de agua en la cara, ahora regreso- No dijo nada más y se dirigió hacia una de las puertas de toda la casa, justamente la que daba paso a la habitación de su gemelo, su cama estaba completamente desordenada, ropa tirada en el suelo, algo que era normal en el chico de trenzas, pero algo había llamado su atención, justo en una esquina de aquel cuarto había pedazos de vidrios, como si se hubiera roto algo.

Se acercó para descubrir que se trataba de un retrato que justo, Esmeralda le había regalado a Tom cuando cumplieron algunos meses de relación, recogió los restos rotos causando que se le hicieran pequeñas heridas en su mano por los vidrios.

-Ya no tengo dudas, estoy más que seguro que la amabas, pero el hecho de no querer estar solo hizo que lo perdieras todo- Dejo el cuadro sobre uno de los muebles y salió de la habitación en camino a la sala la cual ya estaba vacía, solo se veía la puerta abierta.