Tom Kaulitz:
—¿Sientes algo por Esmeralda? — preguntaba otro periodista.
—Claro que siento cosas por ella, una gran admiración y un enorme cariño—. Sabía que el trabajo de los periodistas es sacar primicia para su beneficio. —¿Crees que algún día puedas sentir algo por ella?
La pregunta sobre si algún día podría sentir algo más por ella me tomó por sorpresa. Era una pregunta que me había hecho a mí mismo más de una vez, pero enfrentarla en voz alta frente a los periodistas me hizo darme cuenta de lo complicado que era todo.
—Creo que solo el tiempo lo dirá — respondí con sinceridad, tratando de ocultar mis propias dudas y temores. La verdad era que no tenía una respuesta clara para esa pregunta. Solo sabía que Esmeralda significaba mucho para mí, y que estaba dispuesto a descubrir qué significaba eso en realidad.
—¿Sabes si Bill y Esmeralda tienen algo? —, preguntó un periodista.
—Esmeralda y Bill son muy buenos amigos, quizás podríamos pensar que se quieren como hermanos —, respondí amablemente. Después de tanto tiempo que llevan conociéndose, mi gemelo y la pelinegra no han sido más que buenos amigos.
—Tom, ¿en estos momentos estás interesado en alguien? — preguntó otro periodista.
—Realmente sí estoy interesado en alguien —, respondí mientras las cámaras se acercaban a mí. Necesitaba acabar con esto lo más pronto posible.
—Fue un gusto platicar con ustedes, pero tengo que regresar con mis amigos —, me despedí y salí de aquella esquina donde los periodistas me tenían rodeado. Me acerqué de nuevo a los chicos con los que venía, quienes estuvieron esperándome todo el tiempo.
—¿Qué tanto hacías con ellos? — preguntó Georg mientras miraba a los periodistas que nos grababan y nos tomaban fotos desde lejos.
—Lo de siempre, Georg. Preguntas incómodas y algunas comunes. Pronto verán que estoy seguro de que esta entrevista estará en todas partes —, admití. No solo por ser yo, aunque en parte sí, sino porque sabía que realmente iba a ser muy comentada esta entrevista por mis respuestas.
—¿Estás bien? —, preguntó ahora la pelinegra, quien se encontraba a mi lado. Para ser sincero, tenía que bajar la mirada para poder verla, ya que es más pequeña que yo.
—Claro que estoy bien, bonita —, le respondí mientras pasaba mi brazo por sus hombros, pegándola un poco más a mí.
—¿Qué te traes con mi amiga? —, preguntó mi gemelo, quien me miraba con una ceja más alzada que la otra, lo cual resultaba gracioso.
—¡Bill! —, reclamó Emma mientras lo miraba con una mirada asesina, su cara empezó a tornarse roja.
—No había visto lo linda que te ves sonrojada —, dije mientras la observaba. Realmente se veía tierna.
—Yo creo que lo mejor será entrar a comer, Gustav debe de estar muy hambriento, ¿verdad? —, pidió mientras le daba un codazo al antes mencionado, quien enseguida se quejó.
—¿Cómo algo tan chiquito tiene tanta fuerza? —, se quejaba Gustav mientras se sobaba el lugar donde Esmeralda le metió el golpe.
—Será mejor que entremos a comer, estoy empezando a sentirme mal —, pidió Georg, dirigiéndose ahora sí al restaurante.
Los demás lo seguimos hasta una mesa apartada de las demás, en una sala reservada solo para nosotros.
—¿Podemos pedir pizza? — preguntó Esmeralda mientras hojeaba la carta, al parecer, se le había antojado.
—Por supuesto, bonita —, respondí. Así que pedimos pizzas y algo para beber; el logro de Esmeralda merecía ser celebrado a lo grande.
Esmeralda:
Estaba con los chicos hablando sobre nuestros proyectos. Pensaba sacar un nuevo álbum y ellos platicaban sobre sus conciertos. Les iba muy bien y era algo que me alegraba mucho; lo tenían más que merecido. Pude ver cómo unos meseros empezaban a llegar con unas botellas.
—¿En verdad piensan tomar? — pregunté al ver las botellas sobre la mesa. Todos asintieron al unísono. —Lo bueno es que yo voy a conducir.
—Tenemos que celebrar tu logro, Esmeralda. Aunque sea toma un poco —, pidió Bill mientras se tomaba un primer trago. Conociéndolos, sabía que no iban a terminar bien.
—No quiero beber ahora, chicos, pero disfruten ustedes —, comenté. Ellos empezaron a beber y yo solo podía ver cómo bailaban y platicaban cosas sin sentido, al menos para mí.
Comenzaron a cantar en el karaoke mientras yo los observaba desde lejos. Me encantaba verlos tan animados, aunque fuera porque ya estaban bajo los efectos del alcohol.
—¿Por qué estás tan sola, bonita? — preguntó uno de los meseros mientras se sentaba a mi lado. Se notaba que era mayor.
—Estoy disfrutando viendo a mis amigos cantar —, respondí, tratando de ignorar cómo el señor me miraba y se acercaba más a mí.
—¿No quieres que te haga compañía, preciosa? — preguntó mientras empezaba a acariciar mi pierna, lo que comenzaba a incomodarme.
—No, gracias, estoy mejor sola —, respondí quitándole la mano, pero él la volvió a subir a mi muslo.
—¿Segura, preciosa? Podemos pasarlo bien —, dijo mientras apretaba mi pierna. Mi cuerpo empezó a temblar de miedo.
—No escuchaste que te dijo que no —, reclamó Tom mientras lo jalaba de la camisa. —Quiero que te vayas de aquí y dejes en paz a mi chica —, ordenó, empujándolo hacia la puerta.
—No sabía que ella tenía pareja —, intentó hablar, pero solo tartamudeaba, no tardó en desaparecer de la habitación.
—¿Estás bien, pequeña? — preguntó preocupado Tom mientras me tomaba junto a él y me miraba de pies a cabeza.
—Estoy bien, Tom, gracias por defenderme —, agradecí mientras lo abrazaba. No tardó en devolverme el abrazo y darme un beso en la cabeza.
—Es lo menos que puedo hacer por ti, bonita —, volvió a dejar un beso en mi cabeza y jugó con mi cabello. —Creo que lo mejor será irnos —, acabamos con ese abrazo y nos acercamos a los demás chicos.
—Es hora de irnos —, comentó Tom llamando la atención de los otros chicos, Bill y Georg estaban más tomados que nada.
—Yo me llevo a los chicos, Emma, tú ve a tu casa, que debes estar cansada —, comentó Gustav mientras ayudaba a caminar a Georg y a Bill.
—Yo iré a dejar a Esmeralda —, comentó Tom, Gustav asintió y salió con los chicos. Solo Tom y yo quedamos en la habitación.
—No es necesario, Tom, puedo regresarme sola —, aseguré, pero Tom negó con la cabeza.
—No quiero que te pase nada malo, mejor yo te llevo —, sabía que Tom no iba a aceptar que yo me fuera sola, aunque realmente yo sería la que iba a manejar.
—Vámonos —, comencé a caminar hacia la puerta, pero Tom me agarró del brazo y me hizo que me girara a verlo. Nuestros ojos se conectaron al instante, no entendía nada, pero estaba disfrutando de este momento, nuestros labios estaban a centímetros los cuales Tom cortó, ya que junto nuestros labios en un beso...
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Ya tocaba, ya tocaba JAJAJJA 👀
Sigooo? <3

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¡𝙉𝙤 𝙨𝙤𝙢𝙤𝙨 𝙉𝙊𝙑𝙄𝙊𝙎! // 𝘛𝘖𝘔 𝘒𝘈𝘜𝘓𝘐𝘛𝘡
Fanfiction"Un dia sabras por que guarde silencio cuando tuve que gritar. Por que tu felicidad llego a ser mas importante que la mía o por que te dije adiós cuando moria por quedarme. Un dia sabras que te quise como se quiere pocas veces en la vida"